intenciones de Vladímir Putin van más allá de controlar la región del Donbás, así lo creen los servicios de inteligencia de Estados Unidos. De hecho, este martes han alertado que el jefe del Kremlin está preparando un «conflicto prolongado» para unificar el Donbás con Transnistria, en el este de Moldavia.
Un puente entre Donbás y Transnistria
La evolución de la guerra es «impredecible», tal y como ha señalado la directora de Inteligencia Nacional de EEUU, Avril Haines. Lo que sí parece predecible son las pretensiones de Moscú: conectar las áreas controladas por los separatistas y que incluye el Donbás, la península de Crimea y Transnistria.
Una guerra de desgaste
Esta situación mantiene en alerta a Occidente, y por ende también a Rusia. De hecho, el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa norteamericana, Scott Berrier, ha advertido que los soldados rusos pueden recurrir a armamento nuclear si Putin percibe que existe algún riesgo para su país. «A medida que esta guerra y sus consecuencias debilitan poco a poco a las fuerzas convencionales rusas, es probable que Rusia dependa cada vez más de su disuasión nuclear para señalar a Occidente y proyectar su fuerza», ha puntualizado Berrier.
¿Ucrania es la puerta de entrada?
En este contexto, y cuando la guerra en Ucrania cumple más de 70 días, el presidente Volodímir Zelenski ha asegurado que en todo caso el objetivo final de su homólogo ruso sería Europa. «Ucrania es una puerta a Europa para el ejército ruso y quieren romperla», ha matizado.
Zelenski ha elevado su queja y no ha dudado en pedir a los países aliados evitar que el continente se convierta en un «resort para asesinos rusos«.
Las motivaciones de Putin
Para entender el trasfondo de este conflicto bélico, el mayor en Europa en décadas, hay que remontarse a 2013, cuando se firmó un acuerdo de asociación entre la UE y el país ucraniano. Este pacto no duró mucho ya que poco después el entonces presidente del país, Víktor Yanukovich, ordenó su suspensión.
Para Moscú, esto supuso el primer conato de la «rusofobia». Poco después, el Kremlin respondió a este movimiento con la adhesión ilegal de Crimea a Rusia.