La reanudación de la Liga en Portugal, paralizada por la epidemia del coronavirus, nO ha comenzado de la mejor forma posible. Y es que el autobús del Benfica fue apedreado en la A-2, cuando el equipo regresaba al Centro de Entrenamientos de Seixal tras empatar en casa frente al Tondela.
Dos jugadores, el serbio Zivkovic y el alemán Weigl, resultaron heridos por los cristales que se desprendieron de la ventanilla. Ambos futbolistas fueron trasladados al «Hospital da Luz» con diferentes heridas, aunque ninguna de gravedad.
El Benfica explicó que prestará su total colaboración a las autoridades para identificar a los responsables de lo sucedido.
La Liga de Portugal ha emitido esta madrugada un comunicado para condenar lo sucedido y solidarizarse con el Benfica y aseguró que «es absolutamente inaceptable que estos acontecimientos sigan teniendo espacio e la sociedad».
«No son aficionados al fútbol, son criminales», reza el comunicado de la Liga.