Las protestas siguen en Perú donde los manifestantes piden la dimisión de la nueva presidenta Dina Boluarte y elecciones anticipadas. Desde que la presidenta ordenó un estado de emergencia este miércoles, al menos diez personas murieron en enfrentamientos con la Policía, subiendo el número de muertos a 20 por las protestas. No obstante, el Gobierno de Perú reafirmó este viernes su «apoyo incondicional» a la actuación de las Fuerzas Armadas.
El miércoles, entró en vigor una declaración de emergencia en todo Perú durante 30 días que, entre otros puntos, autoriza a las Fuerzas Armadas a apoyar a la Policía en el control de las manifestaciones. Pero no disuadió a los manifestantes de protestar y seguían en las calles este viernes 16 de diciembre.
«Lamento los trágicos acontecimientos que han segado la vida de varios compatriotas en varias regiones del país. Esto tiene que parar», enfatizó la nueva presidenta Dina Boluarte este viernes en una ceremonia de graduación de oficiales de la Escuela Militar de Chorrillos.
Desde la declaración del estado de emergencia, diez manifestantes murieron, ocho de ellos en el sureño departamento de Ayacucho, según el Defensor del Pueblo. El número total de muertos por las protestas subió a 20. También se contabilizaron 340 heridos, de los cuales la Policía dijo que casi la mitad pertenecían a sus filas.
A pesar del derrame de sangre, el Gobierno reafirmó este viernes su «apoyo incondicional» a la actuación de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional en las protestas.
«Quiero reiterar el apoyo incondicional a nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional en esta tarea tan sacrificada de controlar el orden interno», declaró el ministro de Defensa, Alberto Otárola.