Los humoristas José Mota y Santi Rodríguez, el actor Ignacio Guerreros, o el presentador y ex waterpolista Pedro García Aguado, han sido algunos de los famosos que han acudido este martes a la Audiencia Provincial de Madrid para declarar contra el presunto estafador Paco Sanz, el hombre que, entre 2010 y 2017 consiguió estafar más de 250.000 euros tanto a gente anónima como a personajes públicos.
Sanz se dio a conocer por subir vídeos a las redes sociales pidiendo ayuda económica para poder someterse a un tratamiento y así poder continuar con vida, pues indicaba que padecía el ‘síndrome de Cowden’, una enfermedad que le provocaba hasta 2.000 tumores.
«Pedí ayuda para este señor en las redes sociales, incluso puse un número de cuenta. Es gentuza, me escandaliza que estos estafadores campen a sus anchas», ha dicho este martes el actor Nacho Guerreros.
Por su parte, José Mota indicó que más allá del dinero, sentía «vergüenza ajena» de que gente se dedicase a estafar alegando una enfermedad que no sufre: «Lo que tiene que hacer es devolver el dinero y pedir perdón a la sociedad. Este tipo de actitudes son lamentables», asegura José Mota, quien también ha dicho que siente «vergüenza ajena» con lo sucedido.
El humorista Santi Rodríguez manifestó de la misma forma su indignación por lo sucedido y lamentaba que, «de confirmarse, esta estafa va a hacer mucho daño a otras muchas personas que realmente están enfermas y necesitan ayuda». Sin embargo, el humorista indicó que, a pesar de lo sucedido, esto «no va a conseguir que cambie mi manera de ser. Quien necesite mi ayuda seguirá teniéndola».
Pedro García Aguado, conocido por el programa ‘Hermano Mayor’, compareció a través de videoconferencia, manifestó que donó 600 euros a nivel particular y otros 150 euros a través de su asociación.
Y así, hasta más de 8.000 personas que se apiadaron de Paco Sanz por su supuesta enfermedad, sin saber que en verdad estaban cayendo en una trampa.
Su propia madre, también acusada, era conocedora de la estafa y colaboraba grabando vídeos apelando a la generosidad de todos aquellos que ayudaban a su hijo en la lucha contra la enfermedad. Posteriormente, su pareja, de 19 años, se sumó al fraude asesorándole a la hora de grabar los vídeos. Su padre también era participe del fraude y, aunque fue imputado, falleció en mayo de 2020.
En el auto de la Fiscalía, el acusado ha conseguido rebajar su petición de prisión de seis a dos años de cárcel, y para la que era su novia en la época e la estafa de tres años a uno y nueve meses.