no ha sido suficiente para que el régimen presidido por Miguel Díaz-Canel cese su hostilidad contra los cubanos disidentes que piden un cambio.
Este pasado lunes había convocada una protesta pacífica por el cambio en Cuba, sumergida en un ambiente cada vez más favorable a la hora de pedir un cambio político, muy especialmente desde la muerte de Fidel Castro en 2016. Sin embargo, las autoridades cubanas han hecho todo lo posible por evitar que dicha marcha pacífica tuviera lugar, hasta el punto de arrestar a numerosas personas.
Ha podido observarse una camioneta no identificada como un vehículo oficial de la Policía cubana, pero que se estaba llevando detenidos a numerosos manifestantes, siendo la mayoría de ellos puestos bajo arresto domiciliario.
La comunidad internacional presiona a Cuba
Estados Unidos ya advirtió la pasada semana a Cuba de que «vigilaría» las manifestaciones, exigiendo al Ejecutivo de Díaz-Canel que permitiera a los ciudadanos ejercer libremente sus derechos de manifestación, que finalmente no se ha cumplido. Fue el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien hizo esta exigencia, advirtiendo de nuevas sanciones a Cuba si se producían «represión» y «violaciones de los derechos humanos».
Este año, la situación en Cuba ha dado un vuelco en lo que se refiere a materia política, puesto que la población cubana parece haber dicho «basta» y ha expresado, desde el pasado verano, la necesidad de que el país dé un giro de 180 grados, mientras el presidente Miguel Díaz-Canel y sus aliados piden a Estados Unidos que levante el embargo sobre la isla.
Fue el pasado 11 de julio cuando se realizaron una serie de protestas en Cuba por parte de sus ciudadanos, debido a la grave situación económica y sanitaria del país, y que acabó con cientos de personas detenidas por la Policía. Fueron las protestas más grandes realizadas en el siglo XXI en Cuba y duraron un total de seis días, hasta el 17 de julio.