Croacia se ha convertido este domingo en el vigésimo país de la Unión Europea en adoptar el euro como divisa oficial y se incorporará también al espacio Schengen que facilita el libre movimiento, en un doble hito logrado tras años de reformas y avances con los que el país ha logrado cumplir los requisitos necesarios para incorporarse a ambos bloques.
En el caso del euro, la moneda europea convivirá con la kuna local durante dos semanas, si bien hasta finales de 2023 será obligatorio que los precios de bienes y servicios se indiquen también en kunas. El canje de divisas será gratuito también hasta el 31 de diciembre, con un tipo de cambio de 7,53450 kunas por cada euro.
Con esta ampliación, la eurozona ya suma 347 millones de habitantes. La Comisión Europea ha destacado que la nueva moneda es un «símbolo tangible» de las «oportunidades» que brinda la UE –a la que Croacia se incorporó en el año 2013–, al tiempo que facilitará viajes e intercambios comerciales.
Por otro lado, la zona Schengen se extenderá desde este domingo a 420 millones de personas que podrán viajar libremente y sin controles fronterizos. Se trata de la octava ampliación de esta alianza constituida en 1985, aunque es la primera en once años.
Los controles marítimos y terrestres quedarán levantados con efecto inmediato, aunque no así la vigilancia interna en aeropuertos, ya que este hito no llegará hasta el 26 de marzo de 2023 para hacerlo coincidir con los tiempos marcados desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Croacia será sometida a un examen en el plazo de un año para comprobar que efectivamente cumple con todos los protocolos marcados por Schengen.