Corinna declara en el juicio a Villarejo que se sintió «aterrorizada» por «amenazas» del ex director del CNI y responsabiliza a Juan Carlos I

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El general Félix Sanz Roldán declara que «jamás» amenazó a la empresaria alemana ni a su familia

Corinna Larsen ha afirmado este viernes ante el juez que juzga al comisario José Manuel Villarejo por presuntos delitos de calumnia y denuncia falsa que se sintió «aterrorizada» por la operación que en 2012 montó a su alrededor el entonces director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán y que se fue «amenazada» por el general.

La ex amiga íntima del Rey emérito ha querido resaltar que tanto Sanz Roldán como Juan Carlos I le dejaron claro que era el jefe del Estado el que «mandaba» en esa operación.

Larsen ha comparecido por videoconferencia desde Londres como testigo en el juicio en el que la Fiscalía y la Abogacía del Estado piden dos años de cárcel para el comisario por denuncia falsa y calumnias a Sanz Roldán. Precisamente por decir en una entrevista que Sanz Roldán amenazó a Larsen para que no hiciera pública información comprometedora para Juan Carlos I.

«¿Tuvo sensación de ser una ciudadana amenazada por el jefe del Estado y el jefe de servicios secretos?», le ha preguntado el abogado de Villarejo, Antonio José García Cabrera. «Sí», ha respondido Larsen, que ha preferido declarar en inglés y ha repetido varias veces la palabra «aterrorizada».

UNA REUNIÓN EN LONDRES «POR SOLICITUD DEL REY»

«Sanz Roldán me dijo que si no seguía sus indicaciones no podría garantizar mi seguridad y la de mis hijos», ha dicho al recordar el viaje que el que fuera director del CNI hizo a Londres para reunirse con ella.

«La reunión en Hotel Connor se llevó a cabo por solicitud expresa del Rey Juan Carlos. El Rey me llamço para informarme de que Sanz Roldán venía a Londres expresamente para reunirse conmigo. No tenía opción a negarme. […] Cualquiera estaría aterrorizado. Que el jefe de los servicios de inteligencia españoles viajara a Londres para reunirse conmigo ya era bastante escalofriante».

«Me gustaría decir», ha proseguido Larsen cuando la defensa ya iba a formular otra pregunta, «que el Rey Juan Carlos y el general Sanz Roldán siempre dejaban claro que era el Rey el que mandaba y daba las órdenes en esas operaciones. Es importante que se sepa».

La testigo ha relatado varios episodios que contribuyeron a generar esa situación de miedo por su seguridad y la de su familia. «Viajé a la casa familiar de Suiza y al llegar encontré un libro sobre la conspiración en la muerte de Lady Di. Luego recibí una llamada anónima en español diciendo que había muchos túneles entre Mónaco y Londres. Esto deja clara la situación en la que me encontraba de amenazas y peligro».

También ha relatado que Don Juan Carlos le explicó que Sanz Roldán había contratado a una empresa de seguridad para su protección en Mónaco. Le pidieron permiso para sacar documentos de su casa (más una veintena de cajas) y su oficina, así como para una operación de barrido de micrófonos que debía durar cinco días.

Ella se negó: «Se presentó como una operación para protegerme de los paparazzis, pero en realidad no era nada de eso, eso era humo. La ocupación ilegal de mi casa y mis oficinas me aterrorizó». «Cada vez que no estaba de acuerdo con algo de lo que él pedía era probable que terminase diciendo que no iba a ser una buena idea y que iba a tener consecuencias», ha añadido.

EL GENERAL «JAMÁS» AMENAZÓ

En su posterior declaración como testigo, Sanz Roldán ha negado rotundamente las amenazas. «Jamás, jamás he amenazado a una mujer y un niño», ha declarado. A continuación ha explicado que no podía dar ningún dato sobre sus encuentros con Larsen en Londres porque estaría vulnerando la normativa que rige el CNI.

También ha negado de que tuviera enemistad con Villarejo, frente a la tesis de la defensa de que las causas penales contra el comisario jubilado se explican en buena parte por la «animadversión» que le profesaba el responsable del CNI. Simplemente «no tenía relación», ha sostenido Sanz Roldán.

La lista de negativas se ha extendido a que organizara la contratación de la empresa de seguridad que estuvo en la casa y oficinas de Larsen en Mónaco. «No hice nada fuera del territorio nacional, nada». También ha negado que Villalrejo tuviera contacto alguno con operaciones del CNI y que filtrara la fotografía del comisario que se publicó en la prensa y que provocó la denuncia de Villarejo contra él.

ENCARGO DEL CNI

Antes de Larsen ha declarado el acusado, Villarejo, que ratificó que en sus encuentros en Londres la amiga del Rey le trasladó que Sanz Roldán la había amenazado. «La señora Corinna Larsen estaba realmente aterrada», ha afirmado el comisario a preguntas de la Fiscalía.

En contra de lo que luego iba a declarar Sanz Roldán, Villarejo ha explicado que viajó a Londres para entrevistarse con ella porque se lo pidió el CNI. «Tuve reunión con el CNI y me dijeron que era muy muy importante intentar recuperar documentos que afectaban a la seguridad del Estado. Yo intenté convencerla, seducirla, engañarla, porque era mi trabajo: captar información y ganarme su confianza y creo que me iba ganando su confianza».

El acusado ha negado que estuviera enfrentado con el CNI como tal y ha recordado que cuando fue detenido pidió que fuera el CNI el que custodiara el material. Pero Sanz Roldán dijo que «no había nada importante» en archivos. «Pues menos mal que no había nada, vaya negocio».

En cuanto a la acusación que se le hace por denuncia falsa, Villarejo ha explicado que presentó la denuncia contra Sanz Roldán porque sólo pudo ser él o alguien a sus órdenes quien filtró a la prensa una fotografía suya en una operación antiterrorista, lo que consideraba delito.

VILLAREJO NO PUEDE INTERROGAR A LOS TESTIGOS

En los primeros compases del juicio, el titular del Juzgado Penal número 8 de Madrid ha denegado la petición del abogado de Villarejo de que fuera el propio acusado el que practicara directamente los interrogatorios, en particular el del ex director del CNI.

El letrado Antonio García Cabrera ha indicado que el Convenio Europeo de Derechos Humanos le reconoce ese derecho, a lo que se suma la condición de abogado de Villarejo. La Fiscalía y la Abogacía del Estado -que actúa en representación del CNI- se han opuesto y el juez lo ha rechazado, recordando que la norma también prevé interrogar a través de su abogado.

Igualmente ha denegado el juez la petición de que se altere el orden habitual de los interrogatorios y el acusado declare el último, no el primero. La nueva ley de procedimiento penal que está en preparación así lo prevé, si bien el juez ha indicado que el juicio se celebrará «como se vienen celebrando todos», con el orden habitual.