Científicos del MIT han creado un pionero aparato de desalinización portátil con el que se puede obtener agua potable a partir de agua marina con tan solo pulsar un botón, en lo que supone otro paso de este prestigioso instituto para ayudar con el problema del agua.
Entre las ventajas de este invento se encuentran su tamaño (tan pequeño como una maleta), su peso (10 kilogramos), su alimentación (necesita menos energía que el cargador de un móvil y puede alimentarse con un pequeño panel solar inalámbrico) y la calidad del agua obtenida (supera los estándares de la Organización Mundial de la Salud).
A diferencia de las máquinas convencionales, elimina los filtros, reduce las exigencias de mantenimiento y borra las partículas del agua potable con energía eléctrica. De este modo, el desalinizador puede desplegarse en zonas remotas, como comunidades insulares de islas pequeñas y alejadas, o a bordo de buques de carga marítimos.
Finalmente, también permitiría obtener agua limpia en zonas afectadas por desastres de guerra, operaciones militares, desastres naturales o campos de refugiados.