En España si no llevamos la mascarilla contra el coronavirus como mucho nos exponemos a una sanción administrativa, pero la situación es bien distinta en otros países con regímenes autoritarios que optan por medidas desproporcionadas y penas, incluso de prisión,
Qatar cuenta con una elevada tasa de contagios y el gobierno de Doha implanta mano dura, más que nunca, ha establecido tres años de cárcel y 50.000 euros para quien no lleve mascarilla en público. Tres meses de prisión en Kuwait o en Marruecos y 15 días de cárcel en el Chad.
En Madagascar, son más benévolos y optan por los servicios sociales, toca barrer la calle como castigo. Esto por no llevar mascarilla, pero antes fue saltarse el confinamiento.
En Israel la desobediencia puede llegar a los seis meses de cárcel y en India hemos visto a sus agentes dar palos. Incluso el presidente Filipino Duterte habló de disparar a la población si desobedecían.