- La CE plantea un modelo semipresencial si las condiciones sanitarias lo permiten.
- Algunos estudiantes se plantean renunciar a la beca o aplazar su movilidad.
El programa educativo Erasmus, bandera del proyecto europeo, acaba de cumplir su 33 aniversario. Desde 2014, Erasmus es Erasmus+. Aquel año cambió su ámbito de influencia. Paso a dirigirse a personas entre 13 y 30 años que quieran mejorar su formación y realizar prácticas fuera de nuestras fronteras.
Pero los cambios que llegan por culpa de la crisis del coronavirus pueden ser más profundos. La Comisión Europea plantea un modelo semipresencial para los programas de movilidad europeos si las condiciones sanitarias lo permiten.
En el caso de la movilidad de los estudiantes de Erasmus+, el organismo europeo plantea que participen inicialmente en la iniciativa a través de actividades virtuales, que luego se combinarían con una movilidad física en el extranjero en una fecha posterior, si la evolución de la pandemia lo permite.
Para los programas de movilidad de corta duración del personal docente, los interesados podrán tener un «intercambio virtual» mientras persista la causa de fuerza mayor. Asimismo, el organismo europeo recomienda llevar a cabo de manera online la continuidad de los proyectos de Asociaciones Estratégicas (KA2), que son proyectos transnacionales para desarrollar y transferir prácticas innovadoras y fomentar la cooperación entre iguales.
Preguntas esperando respuesta
Una de las incógnitas de esta modalidad semipresencial o virtual del programa Erasmus+, y también del Cuerpo Europeo de Solidaridad, es si habrá alguna repercusión en la cuantía de las ayudas, dado que este nuevo escenario conlleva una reducción de las estancias y los gastos de manutención. Se espera que en las próximas semanas la Comisión Europea aclare esta cuestión.
Las restricciones a la movilidad internacional a causa de la Covid-19 van a seguir afectando a los intercambios de Erasmus+ en cuanto a la movilidad presencial en mayor o menor medida. Ocurre que, además, cada país de la UE y cada universidad tiene sus propias medidas respecto a la reapertura de la actividad.
Dada la incertidumbre sobre cómo evolucionará la pandemia del coronavirus y cómo afectará el programa Erasmus +, algunos estudiantes que tenían planificado realizar su intercambio en septiembre se plantean renunciar a la beca o aplazar su movilidad. Por ejemplo, el 15% del alumnado que tenía una beca Erasmus en la Universidad de Málaga ha decidido renunciar a esta.
De modo que, como recuerda Educaweb, es recomendable consultar la situación de las restricciones de movilidad y la evolución de la actividad universitaria y de la pandemia en cada país participante en Erasmus+, información que en España actualiza regularmente el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE).