No hay límites para los okupas. Conscientes de que les ampara la normativa vigente, algunos han elevado su desafío y han puesto por escrito en la vivienda okupada, que no se piensan ir hasta encontrar otra casa y que la de ahora es ‘su domiclio’.
Ha ocurrido en Alicante. Además en el cartel también pone que se denunciará por allanamiento de morada a quien trate de entrar al domicilio para echarles. No se irán hasta que lo diga un juez.
Además de los que okupan domicilios, los hay que hacen negocio por detrás. Basta con teclear la palabra ‘okupa’ en un portal de anuncios para encontrar un gran número de opciones. También hay quien asalta ilegalmente las viviendas para abrirlas y ‘vendérselas’ a quienes la vayan a okupar. De esta forma pueden conseguir «40 o 50 mil euros al año», haciendo de la okupación una forma de vida.
Durante los últimos meses (vacaciones de verano, como cada año) se ha disparado el número de okupaciones por toda España, llegando a situaciones tan inusuales como la de un propietario, que podría ser acusado de allanamiento por entrar a su propia casa cuando los okupas se fueron de vacaciones.