Hoy nos toca despedir a un gran hombre, Francisco Sánchez Menor, quien falleció hoy a sus 93 años dejando tras de sí un legado muy especial. Él es una de esas personas que han formado parte de la historia de Puertollano, una ciudad minera donde su vida estuvo marcada por la dureza del trabajo en las minas de carbón.
Nacido en Almadenejos, un pueblo cercano a Puertollano, en el año 1930, Francisco llegó a esta ciudad en el año 1954. Fue una llegada algo accidentada, pues en su primera visita en 1952, tras acabar el servicio militar, huyó espantado ante la idea de trabajar bajo tierra. Sin embargo, dos años después volvió y se quedó para siempre.
Su primer trabajo en la mina fue en el Pozo Este, era el responsable de cambiar las agujas y trabajaba a pie de vía. Cuando el trasiego ferroviario cesó, Sánchez Menor se convirtió en mecánico, pero lo que realmente le apasionaba era el atletismo.
Mientras los perforadores trabajaban en las profundidades de la mina, él se preparaba para las carreras en la superficie. Corría sobre la cinta transportadora de pizarra, que tenía una longitud de 500 metros, en dirección contraria al sentido en que se desplazaba la cinta. Este entrenamiento le permitió participar en el Campeonato de España en La Coruña en el año 1958, donde consiguió buenos resultados: quedó tercero en la prueba de cinco kilómetros y cuarto en la de diez kilómetros.
Pero Francisco Sánchez Menor no solo fue un atleta destacado, también fue un gran trabajador y un hombre muy querido por sus compañeros. Recuerdan de él su carácter jovial, su buen humor y su constante sonrisa. Durante muchos años, trabajó en la mina de carbón, a pesar de los peligros y la dureza de la labor, siempre con la cabeza alta y el corazón lleno de amor por su trabajo y su ciudad.
La vida de Francisco Sánchez Menor fue un ejemplo de perseverancia y dedicación. Un hombre que nunca dejó de luchar por sus sueños y que siempre mantuvo su espíritu joven. Él se convirtió en un referente para muchos de nosotros, por su valentía y su entrega, y su ausencia será profundamente sentida en Puertollano.
Francisco Sánchez Menor es una figura que merece ser recordada por siempre en nuestra ciudad. Su legado de trabajo y dedicación nos inspirará a todos para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. Que descanse en paz este gran hombre, y que su ejemplo de lucha y perseverancia nos guíe por siempre.