§ Las mejoras en el diseño de dispositivos de menor calibre permiten su implantación mediante cateterismo. Con ello se evita la práctica de toracotomías o cirugías abiertas de tórax, reduciendo complicaciones en pacientes de alto riesgo quirúrgico o edades muy avanzadas.
Guadalajara, 13 de julio de 2021.- El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha ampliado su cartera de servicios en Cardiología, en el área de Hemodinámica, al incorporar técnicas que permiten sustituir la cirugía abierta de tórax para la implantación de válvulas aórticas por intervenciones menos invasivas en las que los dispositivos se implantan mediante catéter.
Esta técnica, denominada TAVI (en inglés, Transcater Aortic Valve Implantation, o implantación de válvulas aórticas vía percutánea o transcatéter), está indicada especialmente en el caso de pacientes de alto riesgo quirúrgico o con edad muy avanzada.
En concreto, se ha ido generalizando en los últimos años gracias a las mejoras en el diseño de válvulas, de menor calibre, lo que posibilita su introducción vía arterial, normalmente femoral, e implantación mediante catéter.
Este procedimiento permite sustituir la realización de toracotomías o aperturas de tórax que se realizaban hasta ahora, reduciendo por tanto los riesgos asociados a intervenciones abiertas.
Su introducción ofrece además mayor autonomía al Hospital de Guadalajara, que puede resolver este tipo de cirugías sin derivar a otros centros. Con ello, se ofrece esta prestación en el entorno más cercano, evitando desplazamientos a pacientes mayores y con mayor fragilidad.
Se trata de procedimientos que en los últimos años se han ido perfeccionando a la vez que se mejoraban los dispositivos a implantar y se definían protocolos de trabajo y recomendaciones. “Aprovechando la experiencia adquirida estos años hemos empezado a aplicar estas técnicas en el servicio de Cardiología del Hospital de Guadalajara”, ha señalado el cardiólogo Enrique Novo.
En este tiempo, además, se ha podido comprobar la evolución favorable de los pacientes tratados en los años posteriores al hacerles un seguimiento a largo plazo. “Hemos visto que las válvulas implantadas han seguido funcionando correctamente y esto nos ha permitido ofrecer este tipo de intervenciones no sólo a pacientes de edades muy avanzadas y elevado riesgo quirúrgico sino también aplicarlas a pacientes con riesgo moderado y de menor edad, porque se ha comprobado que la funcionalidad de las válvulas se mantiene después de años”, ha apuntado el doctor Novo.
En Guadalajara, el envejecimiento poblacional y la avanzada edad de la población hace que exista un alto número de pacientes susceptibles de beneficiarse de este tipo de procedimientos, técnicas para las que el servicio de Cardiología cuenta habitualmente con la colaboración de los servicios de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor y también el de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular.
La complejidad de esta técnica radica precisamente en que la edad de los y las pacientes a los que se dirige hace que el abordaje arterial sea más complejo, aumenta el riesgo de oclusión de las arterias coronarias y de bloqueo cardiaco que obliga al implante de marcapaso o problemas de roturas en las estructuras valvulares por severa calcificación, lo que exige un cuidadoso desarrollo de estas intervenciones.