La provincia de Cuenca ha cerrado la campaña del cereal de este año con una producción un 16 por ciento por encima de la media de los últimos años, tal y como han confirmado a Las Noticias de Cuenca desde la organización agraria Asaja Cuenca.
Su secretario general, Manuel Torrero, no duda en calificar el año como “bueno”, aunque recuerde que no se han cumplido en su totalidad las expectativas iniciales que apuntaban a un incremento de la producción del 25 por ciento. En todo caso, el balance es positivo, porque, según recalca, se trata de un cereal de calidad, bien granado, que ha alcanzado un peso específico por encima de los 62 kilogramos por hectolitro.
Buen rendimiento, el de este año, que se ha visto reflejado de manera generalizada en toda la provincia, aunque en especial en la comarca de La Alcarria, donde los productores han obtenido una media por hectárea de entre 3.400 y 3.600 kilos, cuando, tal y como precisa Torrero, la producción media en esta zona se sitúa en el entorno de los 2.800 kilos por hectárea.
Aun así, la zona más productiva continúa siendo La Manchuela, donde en esta ocasión el rendimiento ha vuelto a estar por encima de los 4.000 kilos por hectárea, tal y como confirma el dirigente de Asaja Cuenca, más allá de que “se hayan registrado parcelas con rendimientos de 5.000 kilos”, según apostilla. Y es que remarca que “este año se han visto en muchos sitios pequeñas parcelas con rendimientos muy altos, claro reflejo de la vasta variedad de terrenos existentes en la provincia, más o menos propicios a este tipo de cultivo”. La Mancha, por su parte, se ha quedado en la horquilla de los 3.200-3.400, por debajo, incluso, de La Alcarria.
PRECIOS POR LOS SUELOS
La nota negativa la ponen, una vez más, los precios del cereal en el mercado, que, en la actualidad, por ejemplo, en el caso de la cebada se sitúan entre los 157 y los 158 euros por tonelada, “más bajo, incluso, que la pasada campaña; concretamente, un 15 por ciento, ya que a estas alturas del año se estaba pagando la tonelada a unos 180 euros”, destaca Torrero.
No es de extrañar, en consecuencia, que esta situación sea, a su juicio, una de las grandes preocupaciones de los productores conquenses, máxime si se tiene en cuenta que Cuenca sigue siendo la primera provincia productora de este cereal.
En su opinión, “los bajos precios, lejos de ser un problema coyuntural, se ha convertido en un problema estructural, que se repite año tras año”. Y, en este sentido, lamenta que “sistemáticamente se esté incumpliendo lo establecido en la Ley de Cadena Alimentaria, en especial en lo relativo a los costes de producción, puesto que los agricultores están recibiendo ofertas por debajo de esos costes”. A ello hay que sumar, a su juicio, la práctica generalizada de venta de cereales sin contrato; y, en consecuencia, sin referencia a los costes de producción”.
Coste medio de producción que el sector, según el secretario general de Asaja Cuenca, lo va a poner en manos de la universidad con el fin de que sea determinado, teniendo en cuenta que variará dependiendo de la productividad de cada campaña.
Para Torrero, la solución a esta problemática pasa exclusivamente por la exigencia a las administraciones competentes de que hagan todo lo que esté en sus manos para que se cumplan escrupulosamente los preceptos contemplados en la Ley de Cadena Alimentaria, cuyo objetivo no es otro que reducir el desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores de esta cadena. Y es que lo tiene claro, está en juego la rentabilidad de las explotaciones agrarias y, en consecuencia, el futuro de este cultivo y de muchos productores de la provincia de Cuenca.