El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su consejera portavoz, Esther Padilla, ha expresado su urgente demanda por la apertura de una consulta pública que permita modificar las reglas del trasvase Tajo-Segura. La consejera ha destacado la necesidad de esta acción para revertir los daños prolongados que este trasvase ha causado en la región durante más de cuatro décadas.
Llamado a la acción
La consejera Portavoz enfatizó que es crucial «seguir avanzando» para proteger los intereses de Castilla-La Mancha y destacó que cada día de inacción perjudica más a la región. Padilla ha urgido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a iniciar inmediatamente esta consulta pública para poder avanzar hacia el cambio normativo y su posterior aprobación en el Consejo de Ministros.
Propuesta de desalación como solución
Además, Padilla ha sugerido que la desalación en el Levante podría ser una solución viable al 100% para la escasez de agua, cuestionando la dependencia continua del trasvase. Según la consejera, si todas las desaladoras en esta área estuvieran operativas, no habría necesidad de extraer agua del Tajo, una posibilidad que aún no se ha explotado completamente.
Contexto de emergencia climática
La consejera también recordó que nos encontramos en una emergencia climática que exige una respuesta inmediata y efectiva, criticando la falta de progreso en la modificación de las reglas de explotación del trasvase, lo cual considera «totalmente injustificable» en el contexto actual y bajo un gobierno que prioriza las políticas ecológicas.
Diálogo y cooperación intercomunitaria
Respondiendo a las declaraciones del presidente de la Comunidad Valenciana sobre la necesidad de diálogo, Padilla afirmó que Castilla-La Mancha ha estado activamente involucrada en conversaciones y está dispuesta a colaborar, pero enfatizó que es esencial avanzar sin más dilaciones en la modificación de las normativas.
Espera prolongada e inacción
La consejera lamentó que, a pesar de que se ha cumplido el plazo establecido por el Plan Hidrológico del Tajo para modificar estas reglas, no se ha visto progreso alguno desde febrero de 2024. «No estamos dispuestos a seguir esperando de manera injustificada, llevamos haciéndolo ya 40 años», sentenció Padilla.
Urgencia reconocida y pasos futuros
Padilla subrayó que la situación actual exige acciones decisivas para garantizar un uso eficiente del agua y abogar por soluciones sostenibles que no solo beneficien a Castilla-La Mancha sino también al conjunto del país en el manejo de sus recursos hídricos. Con la esperanza de que el Gobierno Central tome cartas en el asunto, la región se mantiene a la espera de un cambio normativo que pueda aliviar la presión sobre sus recursos naturales y avanzar hacia una gestión del agua más equitativa y sostenible.