El líder de la oposición y el de la patronal han coincidido este jueves en los Cursos de Verano de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Madrid, tras la polémica por los indultos a los condenados del procés, que Garamendi respaldó si permitía normalizar las cosas, un apoyo empresarial que Casado criticó abiertamente.
Y aunque Garamendi ha tendido la mano a Casado, ofreciendo colaboración y deseando «lo mejor» al principal partido de la oposición porque la «alternancia política es buena cuando toque», Casado ha mantenido su tono crítico ante el empresariado.
«Nunca se había visto una propaganda así»
Aunque ha dicho respetar las decisiones de la patronal o los sindicatos, ha advertido que una propaganda como la de Sánchez «nunca se había visto» y que, con los populares en La Moncloa, podían coincidir cada medio año, pero no se hacía «a todos los empresarios retratarse con un pianista o en un entorno propagandístico».
«Lo que le gusta al Gobierno son los sectores que dependen de él, no le gustan los autónomos, le gusta que todo el mundo le pueda deber, su ley, su BOE», ha asegurado Casado, que cree que por contra el Gobierno debe «dejar hacer» a los empresarios.
Y ha apelado además a la «seguridad jurídica» para explicar su posición sobre los indultos. Si a un empresario no se le expropia la empresa «incluso si el soviet considera que la suya es una actividad nociva», «a un español no se le puede cambiar su patria, sin pasar por el Congreso».
«Igual que un empresario tiene que pagar la multa de Hacienda, a un delincuente que ha dado el golpe de estado en un país, tampoco se le indulta», ha agregado Casado, que considera que «cualquier arbitrariedad jurídica o legal, cotiza en bolsa».