Carles Puigdemont, el candidato de Junts para las próximas elecciones del 12 de mayo, ha hecho pública su intención de regresar a Cataluña el día del pleno de investidura, independientemente de si resulta elegido presidente de la Generalitat o no. Esta declaración se produjo durante una entrevista concedida a ‘RAC1’, en la que Puigdemont ha marcado el fin de su etapa de exilio, subrayando que «se cierra una etapa personal y política» y considera concluido «el grueso de la represión».
El líder de Junts ha enfatizado su deseo de que su retorno no se perciba como un acto vinculado a estrategias electorales o provocaciones, sino como el cierre de un largo periodo de trabajo y espera: «El regreso que hemos estado trabajando tantos años no puede ser un acto al servicio de una estrategia electoral, ni de provocación, ni una gamberrada», aseguró.
En lo que respecta a su situación legal, y frente a la citación para declarar por videoconferencia ante el Tribunal Supremo por su vinculación con Tsunami Democràtic, Puigdemont critica la intervención de la justicia española en los procesos electorales, aunque se muestra esperanzado en que la amnistía juegue un papel clave en su situación, confiando en que no se emita una nueva orden europea para su detención.
Puigdemont también respondió a la propuesta de un debate ‘cara a cara’ con Pere Aragonés, afirmando que tales iniciativas deberían surgir de otros sectores y no de él directamente. «No necesitamos un cara a cara, sino trabajar codo con codo», expresó, haciendo hincapié en la importancia de la unidad independentista. Asimismo, rechazó la idea de debatir con Salvador Illa, alegando la falta de competencias del Ejecutivo español en su caso, y lanzó un desafío a Pedro Sánchez para sostener un debate.