Las autoridades estadounidenses han informado este viernes que los devastadores incendios que arrasan barrios enteros en la ciudad de Los Ángeles, California, han dejado 16 víctimas mortales confirmadas hasta el momento. Según el Departamento Médico Forense del Condado de Los Ángeles, cinco de las muertes corresponden al incendio de Palisades, en el sur del estado, y once al incendio de Eaton, en la zona de Altadena.

Incendios descontrolados: Palisades y Eaton

El incendio de Palisades, el más grande y destructivo, ha consumido más de 22.000 acres y se encuentra contenido en apenas un 11%, según el informe de Cal Fire (Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California). Este incendio ha destruido miles de estructuras y continúa expandiéndose hacia el noreste, obligando a la evacuación de barrios de alto perfil como Brentwood y Bel Air.

Por su parte, el incendio de Eaton, en Altadena, ha quemado ya más de 14.100 acres, con un 15% de contención. Ambos incendios han puesto en jaque a las autoridades, con más de 100.000 personas bajo órdenes de evacuación.

Una crisis sin precedentes

El supervisor del condado de Los Ángeles, Lindsey Horvath, describió la situación como «otra noche de terror inimaginable y angustia», refiriéndose a la rápida propagación de las llamas y la dificultad para contenerlas. Las autoridades han advertido que el número de víctimas podría aumentar a medida que los equipos de rescate y los investigadores puedan acceder a las zonas más afectadas.

Entre las áreas en alerta máxima se encuentra el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que ha sido instruido para prepararse ante una posible evacuación.

Esfuerzos de respuesta y movilización de recursos

Ante la magnitud de los incendios, la Guardia Nacional de California ha desplegado 1.000 efectivos, incluyendo 250 especialistas en extinción de incendios, para reforzar los esfuerzos de contención. El despliegue de recursos busca no solo controlar las llamas, sino también garantizar la seguridad de los residentes y facilitar las evacuaciones masivas.

Además, Cal Fire y los equipos locales de bomberos están trabajando sin descanso para combatir las llamas, enfrentándose a condiciones extremas de sequía, calor y fuertes vientos que dificultan el control de los incendios.

Impacto humano y medioambiental

Más de 100.000 personas han sido evacuadas, muchas de ellas perdiendo sus hogares y pertenencias. Las llamas han reducido a cenizas barrios enteros, destruyendo comunidades enteras y dejando tras de sí un paisaje desolador.

Los incendios en California, cada vez más frecuentes e intensos, subrayan la creciente amenaza del cambio climático en la región, donde las sequías prolongadas y las altas temperaturas han creado las condiciones perfectas para que estas tragedias se repitan.

Un llamado a la solidaridad y prevención

Mientras las autoridades trabajan para controlar los incendios y brindar asistencia a los afectados, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha llamado a la solidaridad, destacando la importancia de apoyar a las comunidades desplazadas y redoblar los esfuerzos para prevenir futuros incendios forestales.

El estado continúa enfrentándose a una de sus temporadas de incendios más devastadoras, poniendo de relieve la necesidad urgente de medidas para mitigar el cambio climático y reforzar las infraestructuras de prevención y respuesta ante desastres.