En el marco de las actuaciones se ha procedido a la detención de los dos presuntos cabecillas de la trama, junto con cuatro colaboradores, así como a la imputación de otros 27 miembros
La operación, denominada ‘Isolu’, arranca en septiembre de 2018 cuando Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Castilla La Mancha, y efectivos de Policía Judicial y Seprona de Guardia Civil en Ciudad Real, comienzan a investigar las prácticas comerciales de varias empresas de la región que estaban introduciendo materias primas para la elaboración de vinos y aguardientes que no se correspondían con las habituales.
En concreto, en lugar de mosto utilizaban la isoglucosa (jarabe de maíz y de otros productos, llegando incluso a utilizar mandioca) para fabricar el vino, y alcohol procedente de cereales (frente al alcohol vínico) para la elaboración de aguardientes y brandy.
Agentes de la Guardia Civil y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en el marco de una operación conjunta dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Tomelloso, han desarticulado en Castilla La Mancha una organización dedicada a la fabricación y comercialización de mosto, vino y alcoholes adulterados.
En el marco de las actuaciones se ha procedido a la detención de los dos presuntos cabecillas de la trama, junto con cuatro colaboradores, así como a la imputación de otros 27 miembros, por los delitos de organización criminal, relativos al mercado y a los consumidores, contrabando, falsedad contable y documental, estafa y blanqueo de capitales.
Registros y detenciones
Tras completar la fase de investigación, los pasados 24 y 26 de junio se procedió a la fase de explotación, con la entrada y registro por orden judicial en 11 establecimientos, incluyendo domicilios fiscales de las empresas afectadas, y domicilios particulares en localidades de Ciudad Real, Toledo y Madrid.
Con el apoyo de las unidades de auditoría informática (UAI) de la Agencia Tributaria se procedió a la recogida de numerosa documentación en soporte informático, además de documentos en papel y muestras de productos, así como a la intervención de nueve vehículos de lujo y dinero en efectivo.
Durante los registros se procedió también a la detención y puesta a disposición judicial de los dos presuntos jefes de la organización, colaboradores, testaferros instrumentales y otras personas conocedoras de la dinámica del fraude. Asimismo hay que destacar que durante uno de los registros se localizaron de forma casual, cuatro armas de fuego ilegales, dos armas de avancarga, un revolver y una pistola automática.
Un beneficio a costa del consumidor y la competencia
En contra de los intereses generales, del mercado y de las reglas de la Política Agrícola Común (PAC), la organización actuaba en el mercado mayorista aumentando la oferta con los productos adulterados, bajando los precios, limitando la competencia y obteniendo un gran beneficio.
El coste de la isoglucosa es, aproximadamente, la mitad que el del mosto concentrado, y el del alcohol rectificado de productos no vínicos resulta hasta cuatro veces más barato que el aguardiente de vino.
Así, los beneficios del fraude, calculados a partir de las diferencias entre los precios medios de las distintas materias primas, se estiman en más de 78 millones de euros. Medido en términos de importaciones y exportaciones fraudulentas, el fraude se estima en 97 millones de euros.