Pablo Toledano, en el centro junto al alcalde de Almodóar del Campo, autoridades provinciales y ganaderos, en la reciente Feria 'La Cuerda'
Pablo Toledano, en el centro junto al alcalde de Almodóar del Campo, autoridades provinciales y ganaderos, en la reciente Feria 'La Cuerda'

La gestión del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona ha despertado un profundo malestar entre alcaldes, entidades locales y representantes del tejido socioeconómico de esta comarca. El detonante: la percepción de que la memoria económica asociada al parque ha quedado en papel mojado, sin traducción efectiva en inversiones tangibles.

Uno de los principales portavoces de esta reivindicación es el alcalde de Brazatortas, Pablo Toledano Dorado, quien ha trasladado por escrito a la consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, el «pesar» y «estupor» de la zona ante el rumbo que ha tomado la gestión de este importante espacio protegido.

Una década de promesas sin cumplir

En su misiva, Toledano recuerda que el Parque Natural lleva diez años de existencia sin que se haya producido un desarrollo proporcional al que se esperaba con su declaración. El regidor se lamenta especialmente de que, en la última Junta Rectora del parque celebrada el 24 de febrero, los responsables del Gobierno regional afirmaran que la memoria económica del parque es «meramente informativa», algo que ha sido interpretado por los alcaldes de la zona como una auténtica «tomadura de pelo».

«Lo que se prometió como compromiso de inversión ahora se presenta como un simple adorno normativo», reprocha Toledano, haciendo alusión al documento que permitió en su día la aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). En ese momento, los ayuntamientos de la comarca condicionaron su respaldo al plan a la existencia de una dotación económica real, que permitiese compensar las múltiples restricciones impuestas por la normativa del parque a las actividades agrícolas, ganaderas, turísticas y forestales.

Críticas a la falta de funcionamiento de los órganos del parque

El alcalde de Brazatortas también ha denunciado la inactividad de la Comisión Permanente del parque, órgano que debería ejercer un papel clave en la gestión cotidiana de este espacio natural de 150.000 hectáreas. De hecho, recuerda que la Junta Rectora no se había convocado desde 2021, a pesar de que legalmente debería celebrarse al menos una vez al año, con participación activa de vecinos, propietarios, ganaderos y agricultores.

La falta de presupuesto específico para el parque y el parón en los mecanismos de participación representan, en palabras del alcalde, un vaciamiento absoluto de la figura del Parque Natural. “Lo han convertido en un simple espacio de conservación medioambiental, ignorando su dimensión socioeconómica y el papel vital de sus habitantes”, ha afirmado.

Una conservación sostenida por los propios vecinos

Toledano ha insistido en que el estado de conservación del Valle de Alcudia y Sierra Madrona es fruto del trabajo continuado de generaciones. Sin embargo, los actuales moradores, lejos de recibir apoyos, han sido “premiados” con un amplio catálogo de prohibiciones, limitaciones y obligaciones sin compensaciones reales.

En este sentido, ha dejado claro que “no dudará en llevar esta denuncia donde haga falta, incluso ante la Comisión Europea”, si la Junta de Castilla-La Mancha continúa ignorando los compromisos adquiridos.

Respaldo del tejido productivo local

Las quejas de Toledano no están aisladas. En su carta, también se suma a las reivindicaciones compartidas por organizaciones y entidades del entorno, como Asaja, Acodeval, Marca de Calidad Valle de Alcudia, Aproca, Razas Autóctonas o Aseturva. Todas ellas coinciden en la necesidad de que el parque natural deje de ser solo una figura administrativa y se convierta en un verdadero motor de desarrollo rural sostenible.

Desde estas entidades se ha señalado en reiteradas ocasiones la dificultad para compatibilizar la normativa del parque con la actividad agraria y ganadera, el turismo rural, y otros proyectos vinculados al aprovechamiento de los recursos del territorio, que son el principal sustento económico de muchas familias.

Exigencias al Gobierno regional

En su escrito a la consejera, Toledano exige que se cumpla la Ley 8/2002 de Parques Naturales de Castilla-La Mancha, que establece la necesidad de asignar cada año una partida presupuestaria específica para garantizar el funcionamiento y desarrollo del espacio natural. Una reivindicación que cobra más sentido en un contexto como el actual, marcado por la despoblación, la crisis agrícola, y la falta de oportunidades en el medio rural.

Toledano recalca que la figura del parque debe ser una herramienta para el desarrollo, no una traba más en el camino de quienes intentan mantenerse en el territorio. “Estamos a tiempo de revertir este abandono institucional y hacer del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona un verdadero modelo de convivencia entre naturaleza y desarrollo humano”, señala el alcalde.