El alcalde de Brazatortas, Pablo Toledano, ha defendido en el Congreso de los Diputados el papel clave que desempeñan las plantas fotovoltaicas en la revitalización de municipios rurales. Durante su intervención en la mesa redonda ‘Voces del territorio: experiencias de sostenibilidad y transformación local a través de la fotovoltaica’, celebrada en el marco de la III Jornada de Sostenibilidad y Biodiversidad de UNEF, Toledano destacó cómo estas instalaciones están permitiendo generar empleo, aumentar los presupuestos municipales y, en consecuencia, combatir la despoblación.
Brazatortas: un modelo de integración de renovables y sostenibilidad rural
Con una población de 1.000 habitantes, Brazatortas se ha convertido en un referente nacional en la implementación de energías renovables. Actualmente, el municipio alberga varias plantas fotovoltaicas que alcanzarán los 550 megavatios de producción, además de contar con dos subestaciones de gran capacidad. Según explicó Toledano, este modelo energético es el resultado de una planificación municipal de más de 15 años, diseñada para integrar la energía solar en el territorio sin afectar la actividad agrícola y ganadera tradicional.
El regidor resaltó que la apuesta por la fotovoltaica en Brazatortas va más allá del impacto fiscal, ya que no solo se generan ingresos a través de impuestos como el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) o el IAE (Impuesto de Actividades Económicas), sino que también se están impulsando proyectos locales que dinamizan la economía y generan empleo estable.
«Los impuestos no sirven para nada si no sabemos utilizarlos para generar riqueza en los municipios», subrayó Toledano.
Proyectos de desarrollo local impulsados por la energía solar
Gracias a los ingresos derivados de la fotovoltaica, el Ayuntamiento de Brazatortas está promoviendo iniciativas paralelas que contribuyen a la diversificación económica del municipio. Entre ellas, destacan:
- Una quesería para procesar productos ganaderos de la comarca.
- Una planta de envasado de miel, aprovechando la actividad de los apicultores locales.
- Un centro de procesado de frutos secos, especialmente pistacho, cuya producción ha crecido en la zona.
- Una planta de humus de lombriz roja, que reutiliza restos de podas y estiércol de la ganadería extensiva.
- Granjas de gallinas ecológicas, dentro de un modelo de producción sostenible.
Toledano destacó que estos proyectos no solo generan empleo, sino que fomentan la economía circular y maximizan los recursos locales para impulsar un desarrollo sostenible.
“Los municipios pequeños tenemos futuro gracias a las fotovoltaicas, pero debemos hacer las cosas bien, con responsabilidad medioambiental y utilizando la legislación como un aliado para generar oportunidades”, afirmó el alcalde.
Desafíos legislativos y compatibilidad con la ganadería extensiva
A pesar de los avances logrados, Toledano reconoció que las trabas legislativas han sido un desafío en la implementación de bonificaciones fiscales que incentiven la creación de empleo estable vinculado a la fotovoltaica. Asimismo, resaltó la importancia de integrar la ganadería extensiva en estas instalaciones solares, permitiendo que el ganado ovino aproveche los terrenos para el pastoreo y contribuya al mantenimiento del suelo.
Otra estrategia impulsada en Brazatortas es la marcación de humedales dentro de las plantas solares, lo que fomenta el turismo de naturaleza y permite aprovechar el potencial del municipio para la observación de aves.
La fotovoltaica como herramienta clave en la transición energética
En la clausura de la jornada, José Donoso, CEO de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), destacó el papel fundamental de la energía solar en la descarbonización y competitividad económica de España. También resaltó la importancia de proyectos como el de Brazatortas en la construcción de un modelo energético sostenible que atraiga inversiones y reduzca la dependencia de los combustibles fósiles.
Donoso hizo un llamamiento a la colaboración entre empresas, administraciones y comunidades locales para consolidar un sistema basado en energías renovables, capaz de transformar el país y luchar contra la emergencia climática.
«Es imprescindible garantizar proyectos fotovoltaicos sostenibles con el Sello de Excelencia, como los que hoy han sido reconocidos», concluyó Donoso.
Un modelo a seguir para el desarrollo rural
La experiencia de Brazatortas demuestra que la implantación de energías renovables en municipios rurales no solo supone un beneficio económico, sino que también puede integrarse de manera sostenible con otras actividades tradicionales, como la agricultura y la ganadería.
El caso de este municipio de Ciudad Real es un ejemplo de cómo las energías renovables pueden impulsar el desarrollo rural, generar empleo y fijar población en entornos que, de otro modo, estarían condenados a la despoblación.