La versión más vistosa y determinante de Ousmane Dembélé cortocircuitó el plan de la Real Sociedad en el Spotify Camp Nou (1-0), mientras Osasuna volverá a disputar unas semifinales de Copa del Rey 18 años después tras eliminar al Sevilla en la prórroga (2-1).
Dembélé cortocircuita a la Real
La versión más vistosa y determinante de Ousmane Dembélé cortocircuitó el plan de la Real Sociedad en el Spotify Camp Nou (1-0), que jugó más de medio partido en inferioridad por la expulsión de Brais Méndez, e impulsó al Barcelona a las semifinales de la Copa del Rey.
El equipo azulgrana, que completó un notable primer tiempo, tuvo suficiente con un trallazo del ‘mosquito’ en el minuto 52 y acabó pidiendo la hora en un duelo vibrante. En los últimos compases del encuentro, Marc-André ter Stegen salvó en dos ocasiones el gol del empate del equipo vasco.
El Camp Nou sigue siendo un estadio maldito para la Real, que encadena casi 32 años sin conquistar el feudo azulgrana. En el partido 31 sin vencer en Barcelona, el ‘mosquito’ acabó con las esperanzas del conjunto txuri urdin, que, pese a la decepción de la derrota, acabó el encuentro con la cabeza alta.
Prometió Xavi un partidazo en la rueda de prensa. Y su equipo cumplió con la promesa en el primer tiempo. Salieron los mismo once jugadores que ya brillaron ante el Real Madrid (3-1) en la final de la Supercopa de España. Y el Barça de los cuatro centrocampistas -De Jong, Busquets, Gavi y Pedri- se volvió a gustar. El técnico egarense ni siquiera dio la alternativa a Iñaki Peña en la alternativa, titular en las dos primeras eliminatorias.
Ter Stegen, decisivo en el segundo tiempo, se situó bajo palos, pero en los primeros 45 minutos dio una lección magistral de cómo superar la presión de la Real Sociedad con desplazamientos precisos buscando al hombre libre. Así llegaron algunas de las llegadas claras de su equipo en el primer tiempo, con un Dembélé diabólico en la banda derecha.
El siempre imprevisible delantero francés fue una gacela por la banda derecha. Sus regates veloces y toques precisos al primer toque volvieron loca a la zaga vasca, especialmente al lateral zurdo Diego Rico, pero los futbolistas azulgranas empezaron el partido con la pólvora mojada.
Una conducción individual desde el centro del campo del protagonista del partido terminó con un disparo ligeramente desviado desde la frontal del área. El galo volvió a aparecer poco después para inventarse un pase interior a Frenkie de Jong que no encontró portería.
Antes, le anularon a Lewandowski, que se reencontró con el árbitro que le expulsó contra Osasuna en Liga, un gol por claro fuera de juego de Frenkie de Jong. El neerlandés, en posición avanzada, tocó el balón antes de que entrara en la portería.
Pese al dominio azulgrana, la Real, fiel a su estilo, no renunció al balón y encontró en el centrocampista del filial Pablo Marín su mejor hombre para trenzar llegadas a la portería de Ter Stegen. De sus botas salió la jugada que acabó con un zurdazo de Take Kubo escupido por el travesaño.
El disparo del japonés fue la mejor ocasión del equipo de Imanol Alguacial antes de que el duelo, electrizante y vistoso hasta ese momento, se enmarañara por la expulsión de Brais Méndez (min.41).
El centrocampista, al que Jesús Gil Manzano ya había amenazado con amonestarle en una entrada previa a Lewandowski, llegó a destiempo en un lance con Sergio Busquets al que le propició un plantillazo en la zona del tobillo. El VAR avisó al colegiado, que en un primer momento le había mostrado la amarilla, y finalmente decidió expulsarlo con roja directa.
Se le complicaba el partido al equipo txuri urdin que, con en inferioridad, renunció a presionar al Barcelona y optó por buscar sus opciones mediante un fútbol directo. Movió el banquillo en la reanudación Imanol Alguacil, que dio entrada a Ander Barranetxea por Oyarzabal y sacó del partido a Diego Rico, la víctima de Dembélé en el primer tiempo.
Pero ni Aihen Muñoz pudo frenar al ‘mosquito’, que en el minuto 52 ganó una carrera al espacio, activó la sexta marcha y, cuando Remiro pensaba que asistiría a Lewandowski, se inventó un potente trallazo que acabó en la red.
El gol destensó al Barça, un escenario recurrente en los últimos partidos. Y el equipo vasco no dudó aprovecharlo. Se evaporó el dominio azulgrana con e balón y su rival, incluso en inferioridad, puso en apuros a la zaga azulgrana.
Rozó el empate la Real con una ocasión clarísima de Sorloth. El gigantón noruego falló solo dentro del área chica tras un una precisa asistencia de Kubo.
Tras diez minutos de siesta, el Barça volvió a recuperar la intensidad. El balón volvía a circular con fluidez y las diabluras de Dembélé aparecían de nuevo en la banda derecha. Un centro del actor principal del partido lo recogió Gavi dentro del área, pero el travesaño evitó el tanto del andaluz.
El Barcelona no cerró el encuentro y la Real avanzó las líneas en los últimos minutos buscando el empate. Lo tuvo en el minuto 87 Robert Navarro, que no supo aprovechar una mala salida de balón de Ter Stegen, que evitó el tanto con la mano derecha.
En el rechace, Carlos Fernández no encontró portería. En la penúltima jugada del encuentro, el arquero alemán rechazo otro potente disparo de Olasagasti.
El Barça está a tres partidos de levantar la Copa gracias al ritmo de Dembélé y a la solidez de hierro de Ter Stegen.
Un heroico Osasuna se apunta a la Copa
La salida del Sevilla sorprendió a un Osasuna arropado por su afición que desafió al frío de Pamplona con la mochila cargada de ilusión por colarse en unas semifinales de Copa del Rey 18 años después.
Los de Sampaoli salieron mandones, dominando la posesión ante unos rojillos con cierto nerviosismo que no supieron calmarse con continuas imprecisiones cada vez que el balón llegaba a sus botas.
Lamela amenazó a Sergio Herrera con un disparo después de que David García salvara a los suyos despejando el balón. Osasuna se conectó en el minuto 25. Los de Arrasate trenzaron la primera jugada. Moncayola puso un centro desde la derecha para un Barja que remató de cabeza fuera.
Con el paso de los minutos, Osasuna logró activarse a duras penas. La intensidad sevillista no se vio recompensada. Rafa Mir mandó a las nubes un claro uno contra uno que dio vida a su rival. El choque se fue al descanso con todo por decidir en una cita muy esperada por la parroquia local, que no disfrutaba de la Copa del Rey en su feudo desde hacía cinco años.
Parece que la charla de Arrasate en el descanso surgió efecto. Osasuna aumentó las revoluciones y no permitió a los visitantes seguir imponiendo su ley. Fruto de ello a punto estuvo de llegar el 1-0.
Unos suspiros después, Kike Barja centró desde la izquierda al segundo palo ante la llegada del Chimy Ávila. Bono, recién entrado en sustitución de Dmitrovic, se puso la capa de súper héroe para sacar una mano salvadora ante el remate a bocajarro del argentino. La gente no se lo creía.
La historia era otra. El Sevilla no lo tenía tan claro y el partido ganó en emoción. Herrera tuvo dos buenas intervenciones con las que avisó el Sevilla. El éxtasis estaba a punto de llegar.
Una cabalgada de Juan Cruz dio lugar al primer tanto del encuentro. El lateral centró para que Rubén García se hiciera enorme y cediera de cabeza al Chimy Ávila. El ‘Comandante’, de espaldas a portería, se giró en un abrir y cerrar de ojos para armar el disparo cruzado al que no llegó el marroquí Bono.
El Sevilla se tuvo que ir hacia arriba dejando desguarnecida la zaga. Ante esta decisión, Osasuna intentó robar e irse rápido hacia arriba. Abde salió para desequilibrar y Ante Budimir para incordiar a los defensas hasta la saciedad.
Ya a la desesperada, Suso centró para que En-Nesyri hiciera estallar la grada visitante, llena hasta la bandera con 600 desplazados. La prórroga esperaba con un Sevilla cargado de moral tras el gol.
Una contra bien llegada acabó en los pies de Abde. El extremo resolvió disparando entre Badé y el palo para volver a poner a los suyos por delante. El jugador cedido por el Barcelona metió su primer tanto como osasunista.
Finalmente, Osasuna supo sufrir para llevarse una eliminatoria grandiosa que sirve a los navarros para afianzar y dar sentido a todo lo trabajado durante estos años. La centenaria entidad vuelve a la primera plana del fútbol español.