En un impactante caso que ha sacudido a la comunidad de Pittsburgh, Pensilvania, Denise Johnson, de 56 años, ha sido arrestada y se enfrenta a múltiples cargos por el asesinato de su nieta de tres años, Ayla Lyric-Ann Miller. El cuerpo de la menor fue hallado en un apartamento en los Allegheny Commons, específicamente en la East Ohio Street, en una cama ensangrentada. El caso ha generado gran conmoción y ha puesto de relieve las preocupaciones sobre la violencia doméstica y la protección infantil en el país.
Descubrimiento del cuerpo de Ayla Lyric-Ann Miller
El 911 recibió una llamada el 11 de agosto de 2024, alrededor de las 11:30 a.m., realizada por el tío de la víctima, quien alertó a las autoridades sobre la situación. Cuando los equipos de emergencia llegaron al lugar, encontraron a la niña en estado grave, pero no pudieron salvar su vida. Fue declarada muerta poco después.
El informe policial describe que la pequeña Ayla tenía múltiples hematomas en diversas zonas del cuerpo, incluyendo el pómulo, la zona debajo del ojo, las orejas y el pecho. Además, los investigadores identificaron una herida infectada en el tobillo derecho, una quemadura de cigarrillo en el izquierdo, así como una lesión en la cadera. También se observó una cicatriz en el esternón, lo que indica que la niña podría haber estado sometida a maltrato continuo.
El colchón donde se encontraba Ayla estaba empapado de sangre, y los investigadores indicaron que la niña “estaba muy fría” al momento de su hallazgo, lo que sugiere que llevaba muerta varias horas antes de que se descubriera el cuerpo.
La confesión de Denise Johnson
Tras el arresto de Denise Johnson, la abuela de la niña, se obtuvieron más detalles perturbadores sobre lo sucedido. Según una declaración jurada presentada en la denuncia penal, Johnson admitió a su hermana que había golpeado a su nieta. La agresión comenzó después de que la abuela le dio una bofetada en la cara a la niña, lo que provocó que la pequeña se cayera hacia atrás y se golpeara la cabeza contra una mesa de café.
Johnson explicó a su hermana que, tras el golpe, no sabía cómo actuar. Decidió colocar a Ayla en una cama durante varios días, sin buscar asistencia médica, hasta que el cuerpo de la menor fue finalmente encontrado.
“Está bien, estaré lista pronto. Lo siento mucho. No quise hacerle daño. Cuando supe que estaba lastimada, le di una paliza por no escuchar y se cayó sobre mi mesa muy fuerte”, escribió Johnson en un mensaje de texto enviado a un detective, según se detalla en la declaración jurada.
Cargos y juicio
Denise Johnson ha sido acusada de homicidio criminal en primer grado, un delito que conlleva las penas más severas en el sistema judicial estadounidense. Además, enfrenta tres cargos de agresión agravada, poner en peligro el bienestar de un niño, abuso de cadáver y corrupción de menores. Actualmente, Johnson permanece en la cárcel del condado de Allegheny a la espera de su juicio.
El caso ha generado indignación y preocupación entre los residentes de Pittsburgh y más allá. Las autoridades han enfatizado la gravedad del crimen y la importancia de asegurar que se haga justicia para la pequeña Ayla.
El contexto familiar y la vida de Ayla
Ayla Lyric-Ann Miller había estado viviendo con su abuela durante aproximadamente un mes y medio antes de su muerte. Este arreglo temporal se debió a que la casa de su madre había quedado sin suministro eléctrico, lo que llevó a la niña a ser trasladada a la vivienda de su abuela.
Durante este período, la menor habría sido sometida a un entorno de violencia y negligencia, lo que eventualmente derivó en su muerte. El Departamento de Servicios Sociales de la región ha iniciado una investigación para determinar si hubo fallos previos en la protección de la niña.
Reacciones de la comunidad y la familia
El caso ha generado una gran cantidad de reacciones en la comunidad local. Dominique Smith, allegada a la familia, ha lanzado una campaña en la plataforma GoFundMe bajo el título “Homenaje a la corta vida de Ayla Lyric-Ann”, con el objetivo de recaudar fondos para darle a la niña un entierro digno. “Ayla se fue demasiado pronto. Amaba a Cocomelon y a Minnie Mouse. Su sonrisa iluminaba cualquier habitación”, expresó Smith en la página de la campaña.
Hasta el momento, se han recaudado 220 dólares de un objetivo total de 5.000 dólares, con la esperanza de proporcionar un homenaje adecuado a la niña.
“Realmente extrañaremos a Ayla; su breve tiempo en la tierra impactó muchas vidas”, añadió Smith en la descripción de la campaña, reflejando el dolor de una comunidad que aún intenta asimilar lo ocurrido.
El impacto de la violencia doméstica
Este trágico suceso ha puesto nuevamente de manifiesto el impacto devastador de la violencia doméstica y el maltrato infantil. Las autoridades han subrayado la necesidad de una mayor vigilancia y atención en situaciones familiares complejas, donde los menores pueden estar en riesgo.
Según estudios recientes sobre maltrato infantil, la mayoría de los casos graves de abuso en los Estados Unidos son perpetrados por personas cercanas a la víctima, como padres, abuelos o tutores. Estos entornos familiares a menudo dificultan la detección temprana de los abusos, lo que complica la intervención de las autoridades antes de que sea demasiado tarde.
El maltrato infantil, en todas sus formas, deja secuelas profundas en los sobrevivientes y en las comunidades. En el caso de Ayla, su corta vida se vio truncada por una serie de hechos que, según los investigadores, podrían haberse evitado si se hubiesen tomado medidas a tiempo.