quinta ola de una pandemia que parece no acabar nunca. El coronavirus llegó a nuestras vidas hace más de un año y desde entonces ha cambiado el día a día de todos, pero sin duda si hay un sector especialmente afectado es el de los sanitarios. Desde el primer momento han luchado contra la COVID-19 en primera línea de batalla y eso ha supuesto doblar turnos, hacer noches sin descansos, fines de semana, festivos … y, ahora en algunas comunidades se sopesa la necesidad de dejarlos sin vacaciones.
La variante delta está provocando que la curva de contagios crezca de una manera más espectacular y rápido que en olas anteriores y aunque gracias al buen ritmo en la campaña de vacunación en esta ocasión los hospitales han podido contener mejor la presión los centros de atención primaria llevan días al borde del colapso.
Algunos gobiernos autonómicos como el de Cataluña se plantean suspender las vacaciones de los sanitarios. Su consejero de Sanidad ha asegurado que la posibilidad está sobre la mesa ante el avance de la epidemia. Ante esta posibilidad el sector denuncia que «han llevado el gran peso de la pandemia» tanto con la realización de test, PCR como con la vacunación. Además, aseguran que la carga de trabajo a la que se les somete es un riesgo tanto para ellos como para sus pacientes.
A nivel nacional las camas UCIS ocupadas por pacientes COVID rondan el 18% y se preguntan quién se va a hacer cargo si ocurre un error debido a ese exceso de carga laboral en una profesión que aseguran