Año y medio desde que aquel fatídico mes de diciembre de 2019 surgiese el primer caso –hasta ahora conocido– de coronavirus. Y 3,5 millones de muertes después seguimos sin conocer cuál ha sido el origen de esta pandemia que ha paralizado el mundo y que ha cambiado nuestro forma de vida quién sabe si para siempre. Aunque la vacunación ya supone un punto de esperanza en el horizonte y a que ahora sabemos mejor que nunca cómo protegernos del COVID, conocer cómo surgió es importante para tratar de evitar que en un futuro nos ataquen nuevos virus que dejen en jaque a la humanidad. Sin embargo, por el momento, todo lo que existen son simples conjeturas.
La hipótesis más aceptada y que hasta ahora nadie discutía era la de que el SARS-CoV-2 había saltado de animales a humanos, usando como reservorio al murciélago. En concreto, vinculado a un murciélago de los que se venden para consumo humano en el mercado de Wuhan. Nadie sabe si es cierto y, como no se ha podido demostrar, las teorías alrededor de otras posibilidades emanaron como la sabia. Por un lado, llegó a hablarse de la teoría conspiratoria de que el virus había sido creado en el laboratorio –algo que a día de hoy ya se ha desmentido, pues no hay rastro de actuación humana en su composición– y, por otro, que estaban investigando con él y se escapó de las instalaciones de un instituto. Del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), para ser más exactos. Esta última suposición no resulta descabellada si tenemos en cuenta que en este laboratorio trabajan con coronavirus y con su infección en murciélagos.
Si bien, todas las posibilidades quedaron empañadas por enfermos graves y muertes que hicieron que la población mundial tuviese algo más importante de qué preocuparse: salvar sus vidas. Sin embargo, ahora que ya todo está más o menos controlado, vuelven las hipótesis. La de que el COVID se escapase del laboratorio, en concreto, se reavivó después de que el pasado domingo el diario ‘The Wall Street Journal’ publicase, citando un informe de los servicios de emergencia estadounidenses, la noticia de que tres investigadores del instituto de Wuhan habían muerto a causa de una neumonía con síntomas compatibles con el COVID en otoño de 2019. Esto ya fuera advertido por Trump pocos días antes de que Biden entrase en la Casa Blanca: Hay “razones para creer que varios investigadores dentro del instituto enfermaran antes de que el primer brote se identificase, con síntomas compatibles con COVID”.
Con todo, las malas relaciones por todos conocidos entre China y Estados Unidos restaban credibilidad. Pero ahora, Biden vuelve a la carga.
SOLICITUD DE UN INFORME EN 90 DÍAS. El presidente estadounidense anunció este miércoles que ha ordenado a los servicios de inteligencia de Estados Unidos que le entreguen un informe sobre el origen de la pandemia en el plazo de 90 días. “Le he pedido a la comunidad de Inteligencia que redoble sus esfuerzos para recopilar y analizar información que pueda acercarnos a una conclusión definitiva, y que me informe en 90 días”, dijo Biden.
El mandatario también detalló que dos de los servicios de Inteligencia del país se inclinan hacia el origen del contacto humano con un animal infectado, mientras que un tercero cree en la idea del laboratorio. Por el momento, el máximo mandatario indicó que la Casa Blanca no tiene información suficiente para determinar el origen real.
“Como parte de ese informe (solicitado a Inteligencia) he pedido áreas de investigación adicional, incluidas preguntas específicas para China”, precisó Biden, que añadió que “Estados Unidos también seguirá trabajando con sus socios afines de todo el mundo para presionar a China para que participe en una investigación internacional completa, transparente, basada en pruebas, para proporcionar acceso a todos los datos relevantes”, enfatizó Biden.
RESPUESTA DE CHINA: MANIPULACIÓN. Por su parte, la embajada de China en Estados Unidos acusó este jueves de “manipulación política” a quienes reavivan la teoría de que el COVID se originó en un laboratorio de Wuhan. “Algunas fuerzas políticas –en referencia a Biden– se han obsesionado con la manipulación política y el juego de culpas, ignorando la urgente necesidad de su pueblo de combatir la pandemia y la demanda internacional de cooperación en este frente, que ha provocado una trágica pérdida de muchas vidas”, indicó un portavoz diplomático.
La delegación china denunció en su comunicado que “la campaña de difamación y culpabilización está regresando, y la teoría de la conspiración de la ‘fuga del laboratorio’ está resurgiendo”. “Mientras la pandemia sigue causando un gran daño en el mundo y la comunidad internacional espera una mayor cooperación entre países, algunas personas acuden a su viejo manual y no podemos dejar de preguntarnos, ¿han dejado atrás esa amarga lección tan pronto? ¿O quieren ver repetidas las tragedias?”, sostuvo.
TRUMP TAMBIÉN SE PRONUNCIA. El expresidente Donald Trump, sin embargo, cree que era “obvio para las personas inteligentes” que el coronavirus surgió de un laboratorio en Wuhan. “No tenía ninguna duda al respecto”, señaló Trump en una entrevista para el medio Newmax publicada por ‘The New York Post’. “La prensa me criticó porque China tiene a mucha gente afectada”, precisó, añadiendo que “la gente no quería decir China, por lo general, le echan la culpa a Rusia, siempre es Rusia, Rusia, Rusia, pero dije desde el principio que salió de Wuhan”.
Ahora “todo el mundo está de acuerdo en que tenía razón cuando llamé a Wuhan desde el principio como fuente de COVID, a veces conocido como el virus de China, dijo el expresidente. “Para mí fue obvio desde el principio pero fui muy criticado, como siempre, y ahora todos están diciendo ‘tenía razón’. ¡Gracias!”, subrayó.