El amor, a veces, se acaba, y con él la unión entre dos personas que conviven. Con los cambios de la sociedad de las últimas décadas, el matrimonio por el rito católico fue perdiendo terreno frente a las uniones civiles. Y desde hace unos años existe una nueva posibilidad, establecer una pareja de hecho. En un principio fueron los ayuntamientos los que crearon su propio registro para este fin, pero desde 2007, con la creación del Rexistro de Parellas de Feito de Galicia, el sistema está centralizado.
La Ley de Derecho Civil de Galicia considera parejas de hecho “las uniones de dos personas mayores de edad, capaces y que convivan con vocación de permanencia en una relación de afectividad análoga a la conyugal y que la inscriban en el Rexistro de Parellas de Feito de Galicia, expresando su voluntad de equiparar sus efectos a los del matrimonio”. De esta forma, se equiparan al matrimonio las relaciones maritales mantenidas con intención o vocación de permanencia, con lo que se extienden, por lo tanto, a los miembros de la pareja los derechos y las obligaciones que esta ley les reconoce a los cónyuges.
Inscripción con carácter constitutivo. Desde la creación del Registro gallego para tal fin, la constitución de la pareja de hecho sólo se entenderá efectuada a partir de su inscripción en él, es decir, su inscripción es de carácter constitutivo. Y, del mismo modo, su cancelación. Es decir, la constitución de la pareja de hecho sólo se entenderá efectuada a partir de su inscripción en el registro oficial, igual que la cancelación.
En Galicia, cada año cancelan su unión de hecho una media de 400 parejas. Los motivos o causas para la extinción son la muerte o declaración de fallecimiento de uno de sus integrantes; el matrimonio entre los miembros de la pareja o de uno de ellos con un tercero, por mutuo acuerdo o por voluntad unilateral de uno de los miembros de la pareja, notificada fehacientemente al otro.
Diferencias en 2020, primer año de la pandemia. Así, en los últimos seis años, datos disponibles en la web de la Xunta, la media anual de cancelación fue de 400 parejas. Se disolvieron 397 en 2015; 435 en 2016; 448 en 2017; 447 en 2018; 464 en 2019, y 393 el año pasado. Este descenso en 2020 puede estar condicionado a la pandemia de coronavirus y las restricciones de movilidad y actividades vigentes durante varios meses.
De hecho, también se observa un descenso en el número de parejas de hecho o de expedientes con resolución de inscripción en el Registro gallego. Fueron 1.173 inscritos en toda la comunidad gallega, frente a los 1.360 de 2019; 1.335 de 2018; 1.518 de 2017; 1.364 de 2016, y 1.479 de 2015. De este total de parejas inscritas, alrededor de un 27 % corresponden a una persona de nacionalidad española con otra extranjera, una media de 350 cada año.
Se anotan más parejas formadas por dos varones que de dos mujeres. Además, según los datos disponible de la Xunta también se puede observar como son más las parejas formadas por dos varones que las de dos mujeres. Por sexo fueron el año pasado 1.223 hombres inscritos frente a 1.123 mujeres, diferencia que se repite año tras año en el registro oficial gallego.
Más uniones en las provincias atlánticas. Por provincias, son las más pobladas y atlánticas, A Coruña y Pontevedra, donde más parejas de hecho se registran. En 2020 fue Pontevedra donde más, 539, seguida de A Coruña, 400, Ourense, 129, y Lugo, 105. Unos porcentajes que se suelen repetir año tras año por los datos disponibles desde 2015. El ejercicio 2018 fue una excepción, ya que se registraron más en A Coruña, 518, que en Pontevedra, 478.