La música en vivo reduce un 63,78 % su facturación en España por la pandemia

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Los datos de facturación de 2020 suponen un retroceso de 15 años y dejan al sector de la música en directo en unos niveles similares a los de 2004 y 2005, «o incluso peores si se tiene en cuenta el PIB de aquellos años».

La música en vivo en España facturó en 2020 un total de 138.580.764 euros por venta de entradas, un 63,78 % menos que en 2019, según los datos del Anuario que publica este miércoles la Asociación de Promotores Musicales (APM) y que refleja «la debacle insólita» que ha sufrido el sector durante la pandemia.

Los datos de facturación de 2020 suponen un retroceso de 15 años y dejan al sector de la música en directo en unos niveles similares a los de 2004 y 2005, «o incluso peores si se tiene en cuenta el PIB de aquellos años», según ha señalado el presidente de APM, Albert Salmerón.

«Estos números son demoledores», ha añadido Salmerón, que los ha comparado con los del 2019, un año en que las empresas de la música en vivo tuvieron buenos datos: un crecimiento del 14,58 % con respecto a 2018 y una cifra récord de facturación de 382.596.238 euros.

La situación es «todavía más dramática» si se tiene en cuenta que las cifras globales de 2020 vienen «algo maquilladas» por los buenísimos resultados de los meses de enero, febrero y marzo, antes de que se decretara el confinamiento.

En enero de 2020, la industria de la música en vivo alcanzó una facturación neta de 23.597.117 euros (un 21,92 % más que en enero 2019), la mejor cifra de un mes de enero desde que se tienen datos.

En febrero de 2020, el dato fue de 23.379.558 euros (un 59,55 % más que en febrero 2019), lo que significa que entre ambos meses, el crecimiento con respecto al mismo período de 2019 fue de un 40,73 %.

Un aumento extraordinario que auguraba que «2020 podría haber sido un año de éxitos, de no haber sido por la irrupción del coronavirus», según Salmerón.

Las cifras de estos primeros meses de 2020 contrastan con las de otros posteriores, ya en plena pandemia, como agosto, mes en el que se facturaron 3.690.737 euros, lo que se traduce en una disminución del 85,35 % con respecto al período anterior.

En cuanto a facturación por comunidades autónomas, Cataluña encabeza la lista, alcanzando el dato de 28.241.606 euros, seguida por Andalucía (26.343.428 euros) y Madrid (22.845.387 euros).

El número de conciertos y de asistentes por espectáculo también descendió «de manera trágica»: en 2020 se celebraron un total de 11.851 conciertos (frente a los 91.106 de 2019) a los que asistieron 2.536.318 espectadores (en 2019, fueron 21.667.930), según datos facilitados por la SGAE.

Unas «cifras devastadoras» que, tal como ha apuntado el vicepresidente de APM, Tito Ramoneda, «sólo hacen referencia a las ventas de entradas porque, si tenemos en cuenta el impacto total de la pandemia en el sector, nos vamos a los mil millones de euros».

Ante esta situación, Ramoneda, ha insistido «en lo que llevamos pidiendo todo el año: primero un plan de salvamento para el sector y después un plan de reactivación y recuperación».

Medidas que tienen que aprobar las administraciones, pero «teniendo en cuenta la voz del sector -según Ramoneda- porque, hasta ahora, hemos sido escuchados, pero no tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones».

Como ha sido el caso del último desencuentro entre la industria musical y el Gobierno, con motivo del plan del Ministerio de Sanidad de prohibir los eventos multitudinarios en zonas de alta incidencia durante este verano, que finalmente no se ha aprobado.

«Durante las últimas 48 horas hemos vivido horas difíciles, tras conocer que el Estado pretendía regular nuestro sector sin contar con nosotros», ha lamentado Ramoneda.

«Finalmente la propuesta planteada por Sanidad no ha salido adelante, pero estaremos atentos y seguiremos exigiendo que las medidas que nos afectan se consensúen con nosotros», ha añadido.

«Somos empresas de las que dependen muchos trabajadores y no se puede jugar de esta manera con nosotros, y menos todavía por motivos electorales, como ha pasado esta semana», ha concluido.

Respecto a las perspectivas de futuro, Ramoneda cree que 2021 «va a ser un año difícil, en el que hay que intentar aguantar para poder llegar al 2022, que será cuando empiece la recuperación».

«Pero para llegar al 2022, primero hay que salvar al sector con un plan de ayudas -ha insistido-, porque de lo contrario, no quedarán empresas cuando llegue la recuperación».