Encontraron investigadores en un experimento que duró semanas.
La “propagación de la mediana edad” es una condición que los adultos contemporáneos comienzan a sufrir algunos años antes de cumplir los 40. Se trata de una “afección” que es realmente evitable pero que, con el paso de los años se vuelve más complicado. Se le conoce de esta manera al efecto en el que se aprecia que las personas comienzan a subir de medida en el talle del pantalón. La panza crece un poco y los cuidados alimenticios se tienen que apretar un poco más. Incluso recomiendan que se intensifique ligeramente la jornada de ejercicios. Sin embargo, un reciente estudio encontró grandes beneficios en el Tai Chi.
Detalla el mismo portal, para quienes no lo conocen, que el Tai Chi es una forma de ejercicio en el que se utilizan el cuerpo y la mente. Algunos autores lo conceptualizan como meditación en movimiento. Millones de personas lo practican alrededor del mundo, como una herramienta para hacer una actividad física leve y mejorar la salud mental. Estos tampoco sabían que estaban haciendo el equivalente a una intensa serie de abdominales.
Doce semanas de Tai Chi
El portal británico que se cita con anterioridad relata que los investigadores de este estudio forman parte de la Universidad de California, en Los Ángeles. Reunieron a un grupo de voluntarios y les prohibieron hacer ejercicios convencionales. En cambio, tenían que someterse a jornadas de Tai Chi durante unas 12 semanas.
Sorpresa: encontraron que esta práctica milenaria es igual de eficaz que los ejercicios habituales para reducir la circunferencia en la cintura de personas obesas de mediana edad y mayores. Para el estudio se focalizaron en personas que sufren de una condición conocida como obesidad central. Este tipo de personas posan la mayor parte de su peso en la zona media de su cuerpo.
Sesiones de relajación
Todos los participantes se sometieron a tres sesiones de Tai Chi a la semana. Aplicaron el estilo Yang, el más común de todos. Después de las primeras 12 semanas registraron resultados positivos que les permitió a los investigadores comenzar a escribir resultados. Pero siguieron hasta la semana 38 para corroborar datos.