El «De lo bueno poco» no existe para esta investigación.
Es un golpe bajo, algo que nadie, pero ni siquiera el más pesimista de todos los pesimistas vio venir. Durante décadas se ha escuchado el viejo adagio que reza “de lo bueno poco”, haciendo referencia a que cualquier alimento rico en grasas o bebidas alcohólicas, por colocar dos ejemplos, se debían consumir de forma moderada. Esto, con la intención de no generar daños a las funciones humanas. Sin embargo, una reciente investigación de Oxford asegura que todo eso es falso: beber alcohol, en cualquier cantidad, ejecuta el mismo daño al cerebro.
Los investigadores de Oxford centraron su estudio en la materia gris del cerebro. Identifican que esta región tiene un alto contenido en los cuerpos de las células neurales. Entonces, juega un papel crucial en el sistema nervioso central. Por lo tanto, al realizar análisis de los efectos del alcohol en esta área, encontraron que “no hay una dosis segura de alcohol para el cerebro”.
De igual forma, advierten que los consumos moderados del alcohol, es decir, una o dos copas eventualmente, se relacionan con “efectos adversos más generalizados en el cerebro de lo que se reconocía anteriormente”, detallaron en el estudio. Además del viejo adagio que se menciona al inicio de esta reseña, la investigación de los británicos, contradice a otros estudios que encuentran beneficios en consumos prudentes de bebidas etílicas.
Investigadores a lo largo y ancho del planeta, anteriormente han encontrado efectos positivos en una copa de vino eventual. Sostienen que es beneficioso para las enfermedades cardiacas. Y la realidad es que esto probablemente siga siendo así. Pasa lo mismo con otras enfermedades como la diabetes tipo 2 y la osteoporosis. Sin embargo, la contradicción podría estar en los beneficios que se encontraron para el Alzheimer. Ya que esta última es una enfermedad neurodegenerativa.
El alcohol en el cerebro
La Dra. Anya Topiwala, de la Universidad de Oxford, habló con el portal antes citado. Expresó en su diálogo que lo que más los sorprendió es que no encontraron una dosis que generara menos daño al cerebro. Probaron con mucho, dosis medianas y pocas. El resultado siempre fue el mismo.
“No hay umbral de daño para beber, cualquier alcohol es peor. Casi todo el cerebro parece verse afectado, no solo áreas específicas, como se pensaba anteriormente. Observamos todo el rango de consumo desde cero unidades semanales y encontramos una línea recta entre la ingesta de alcohol y una salud cerebral más deficiente, es decir, no había ningún nivel de consumo que pareciera tan seguro como no beber”, dijo la Dra. Topiwala.
El estudio de Oxford analizó el consumo de alcohol específicamente en cada persona de la investigación. Realizaron cuestionarios y también exploraciones de resonancia magnética del cerebro. Además indagaron en otros datos personales, incluidos factores de edad, educación y estilo de vida, como fumar.
“Un mayor volumen de consumo de alcohol por semana se asoció con una menor densidad de materia gris”, escribió el equipo. “El alcohol explicó hasta un 0,8 por ciento de la reducción del volumen de materia gris”, añadieron en referencia a sus resultados.