Expertos desarrollan un dedo robótico que detecta objetos enterrados

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Reveló las formas de los objetos enterrados en arroz y arena.

Las máquinas haciendo la vida más fácil no es algo nuevo en la humanidad. Millones de años de descubrimientos y avances, respaldan dicha afirmación. Por lo tanto, llega un nuevo capítulo de una “serie” que probablemente nunca vaya a tener una temporada final. Lo más reciente llega desde las mentes maestras del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Ingenieros y expertos en computación desarrollaron un dedo robótico capaz de detectar las formas en los objetos enterrados.

En principio, pareciera tratarse de un invento que facilita la vida en ciertos aspectos. Sin embargo, la realidad es que podría ser muy útil para seguir avanzando en seguridad y otros descubrimientos científicos. Apuntan los expertos sobre su creación, que en un futuro podría desarmar un campo minado lleno de bombas o encontrar cables enterrados.

Detalla el portal del MIT, que encontrar la forma de objetos enterrados, obviamente sin sacarlos, es sumamente complicado. Para lograrlo, un robot deberá contar con extremidades suficientemente delgadas para incrustarse en la arena. Además deben ser altamente ágiles para moverse libremente en los entornos a los que sea expuesto. Y finalmente, cuando los granos de arena se atascan tiene que contar con una alta sensibilidad para sentir la forma detallada del objeto enterrado.

De esta manera los científicos han fabricado un dedo robótico de punta afilada. El mismo cuenta con sensores táctiles para identificar los objetos bajo tierra. Señala el sitio web del MIT que al aparato lo identificaron como Digger Finger. Y explicaron, en un video que publican en su canal de YouTube, que la máquina fue sometida a diferentes pruebas para medir su alcance de detección.

Las pruebas del dedo robótico

El dedo robótico excavo, en primer lugar, en campos de granos de arroz. Estos, obviamente superan en tamaño a granos de arena y son entornos más fáciles para el trabajo del dedo robótico. Entonces, aumentaron la dificultad y los pusieron a prueba con arena suelta. En consecuencia, pudo superar ambas pruebas y así detectar las formas de los objetos hundidos.

Explican en el sitio mencionado, que buscar elementos enterrados no es algo nuevo para la ciencia. Hay registros de otras tecnologías como radares de penetración o vibraciones ultrasónicas. No obstante, estos métodos solo emiten visuales y en ocasiones pueden resultar borrosas. Por lo tanto, podría haber problemas para distinguir el detalle de los objetos que está captando.

“Entonces, la idea es hacer un dedo que tenga un buen sentido del tacto y pueda distinguir entre las diversas cosas que está sintiendo. Eso sería útil si está tratando de encontrar y desactivar bombas enterradas, por ejemplo”, dijo Edward Adelson, parte del amplio equipo que participó en este proyecto.

Dicho trabajo está integrado por científicos que responden a Radhen Patel, postdoctorado en el Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT.