Son corales no esqueléticos que se forman desde el tallo de algunos animales marinos.
Un equipo de científicos polacos y japoneses encontraron una forma de vida al fondo del mar que se creía extinta hace 273 millones de años. Se trata de unas criaturas llamadas “fósiles vivientes”, algo así como unos corales no esqueléticos que se forman desde los tallos de algunos animales marinos a los que se les conoce como crinoideos o lirios marinos. El grupo de expertos estuvo dirigido por el paleontólogo Mikołaj Zapalski de la Universidad de Varsovia en Polonia.
La locación de este impresionante hallazgo se dio en el fondo del Océano Pacífico, específicamente en las costas de Honshu y Shikoku en Japón. “Estos especímenes representan los primeros registros y exámenes detallados de una asociación sin vivo reciente de un crinoideo (huésped) y un hexacoral (epibionto)”.
Además, añaden que “los análisis de estas asociaciones pueden arrojar nueva luz sobre nuestra comprensión de estas asociaciones paleozoicas comunes”, describieron.
El fondo del mar en la era Paleozoica
Estos llamados crinoideos tienen una relación previa con los corales que se remonta a la era Paleozoica. Dicha etapa de la Tierra es conocida como la era primaria, que comenzó hace unos 541 millones de años y terminó hace aproximadamente 252 millones de años. Los científicos explican que el registro fósil está lleno de información e innumerables ejemplos de corales que crecen demasiado en los tallos de crinoideos.
Explican que estos corales y crinoideos trepaban por encima del fondo marino hacia la columna de agua. Después llegaban hasta las corrientes oceánicas más fuertes para alimentarse por filtración. Las describen como bestias bentónicas. Y sostienen que desaparecieron del registro fósil hace unos 273 millones de años.
Asimismo reflejaron en el estudio que otras especies de crinoideos y corales surgieron después, durante el Mesozoico (era de los dinosaurios), pero nunca había sido vista en una relación simbiótica entre ambos.
Sin embargo, ese “nunca” se acabó recientemente con el estudio y hallazgo de los científicos japoneses y polacos. Puesto que, a unos 100 metros de profundidad, en las cosas mencionadas el Pacífico, encontraron el mismo comportamiento entre corales y una estructura no esquelética que se junta con ellos.
Las técnicas para tomar evidencia
El equipo científico que dirige el profesor Mikołaj Zapalski, empleó por primera vez la microscopía estereoscópica. Esto con la intención de observar y tomar en imágenes las muestras.
Más adelante usaron la microtomografía no destructiva con la que lograron escanear las muestras para revelar las estructuras interiores. Además de los códigos de barras de ADN con las que finalmente identifican a la especie en el fondo del mar.
Finalmente, señalan que el número de muestras con el que cuentan es realmente reducido. Sin embargo, ya conocen que la especie se encuentra presente y está identificada para ser sometida a estudios más profundos.