Castilla-La Mancha inicia la campaña de vacunación de la gripe con 620.000 dosis

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Este año es necesario aumentar las coberturas de vacunación en el personal sanitario y sociosanitario, en las personas mayores de 65 años y de cualquier edad con condiciones de riesgo.

Castilla-La Mancha inicia este miércoles 14 de octubre la campaña de vacunación de la gripe 2020, lo que supone unas tres semanas de adelanto con respecto al año anterior, con un total de 420.000 dosis que podrían ampliarse hasta 620.000 si la región hace uso de las 200.000 dosis que ha puesto a disposición el Gobierno de España.

Así lo han dado a conocer este miércoles en rueda de prensa el director general de Salud Pública, Juan Camacho, y la directora general de Cuidados y Calidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Begoña Fernández, que han presentado una campaña de vacunación que, como todos los años, tiene el objetivo de evitar la morbilidad -enfermar- y la mortalidad de la gripe, sobre todo en las personas más vulnerables, y que está marcada por primera vez por la pandemia de la COVID-19.

Camacho ha destacado varias diferencias de la campaña de este año con anteriores como el adelanto en la fecha de inicio -en 2019 se inició el 5 de noviembre-, el aumento de dosis -el año pasado se compraron 350.000- y que la vacuna es tretavalente y por tanto contiene cuatro cepas del virus -dos tipos de gripe A y dos tipos de gripe B- así como que se utilizará una «tretavalente de alta carga» para «los grupos más vulnerables entre los vulnerables» como son los mayores de 70 años institucionalizados en residencias.

Con respecto a los grupos diana, ha indicado que «no se trata de vacunar sin ningún criterio técnico ni clínico a toda la población, sino a los vulnerables o aquellos que pueden transmitir la enfermedad a las personas de mayor vulnerabilidad».

En este caso, los grupos de riesgo no se han modificado con respecto al año pasado y, por tanto, son los mayores de 65 años, los trabajadores sanitarios y sociosanitarios, las personas mayores de seis meses que presenten una patología de base que pueda ser causa o motivo de complicaciones como enfermedades crónicas, cardiacas, neurológicas, respiratorias, oncológicas, hematológicas, presencias de trasplantes o inmunosupresiones.

También son grupos de riesgo los servicios esenciales, máxime en este momento de necesidad de mantenimiento de los mismos por la pandemia, como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Bomberos, Emergencias, Protección Ciudadana; además de embarazadas en cualquier trimestre de gestación, prematuros que se incluyeron en 2019 y trabajadores que estén en contacto con aves y cerdos para evitar infecciones concomitantes entre el virus de la gripe humana y la porcina o aviar.

Por su parte, la directora general de Cuidados y Calidad del Sescam, Begoña Fernández, ha hecho hincapié en que la vacuna de la gripe es «la herramienta fundamental para evitar que se padezca la enfermedad y que coexista con la COVID-19» y en que por este motivo la campaña prioriza y comienza por vacunar a los mayores de 70 años que viven en residencias.

Asimismo, ha insistido en desmontar las «falsas creencias y mitos» sobre la vacunación de la gripe y en que «las vacunas son seguras y salvan vidas», tal y como establecen estudios clínicos nacionales e internacionales, así como en que «la gripe puede matar y la vacuna no» al tiempo que ha hecho un llamamiento a los trabajadores sanitarios y sociosanitarios para que se vacunen y así «protegerse y proteger».

Fernández ha explicado que en la anterior campaña, la tasa de vacunación se incrementó un cuatro por ciento y que este año el objetivo es vacunar al menos al 75 % de la población mayor de 65 años y al 60 % de embarazadas y población de riesgo.

Además, ha asegurado que está todo organizado en la Atención Primaria y todos los recursos sanitarios puestos a disposición así como ha recalcado que la finalidad es «evitar a toda costa que los pacientes potencialmente sanos que vayan a vacunarse coincidan en las salas de espera con gente con síntomas o que vaya a hacerse una prueba diagnóstica», para lo que se han establecido circuitos diferenciados en centros de salud y consultorios.

De igual forma, ha subrayado que el registro de las dosis de vacunación será más riguroso si cabe que en años anteriores y se llevará a cabo el mismo, a través del sistema ‘Turriano’ en la historia clínica del paciente, en hospitales, Atención Primaria y centros sociosanitarios, así como también quedarán registrados los pacientes a los que se les oferta la vacuna y la rechazan.

Para evitar aglomeraciones en los centros de salud, la directora general de Cuidados y Calidad ha aconsejado pedir cita previa telefónica que también estará disponible a partir del 16 de octubre en la aplicación (app) y en la página web, y ha recordado que la vacunación se pospondrá en el caso de que el paciente tenga fiebres o síntomas respiratorios graves hasta que la sintomatología desaparezca, y que la vacuna no está contraindicada en la lactancia materna.

Sobre la finalización de la campaña, el director general de Salud Pública ha destacado que dependerá de la evolución de la epidemia de gripe y que aunque el año pasado el pico se produjo en febrero, este año no se descarta tener que administrar más vacunas y, por tanto, «la campaña durará lo que tenga que durar», ha finalizado.