El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha valorado el acuerdo entre PSOE y Junts para la conformación de la Mesa del Congreso, aunque ha lamentado que Carles Puigdemont sea “quien tiene el mando a distancia de la legislatura”, que “va a ser complicada, por no decir que no va empezar” si éste “no se apea del referendum”.
Lo ha dicho en la toma de posesión de la socialista María Chivite como presidenta de Navarra, donde, tras conocer el acuerdo para la Mesa del Congreso, ha señalado que se abre ahora “la feria o el mercado”, en alusión a las conversaciones políticas para el reparto de cargos que conllevan las alianzas.
“Personalmente pienso que Puigdemont, que es el que tiene el mando a distancia de la legislatura y desde fuera de España, no puede tener sometido a libertad condicional al Gobierno de España y mucho menos puede plantear ser él el que decida, de manera que o se apea del referéndum y del proceso de ‘Brexit catalán’, u obviamente la legislatura va a ser complicada, por no decir que no va a empezar”, ha declarado.
Una legislatura con “mando a distancia”
García-Page ha atribuido parte del acuerdo para la Mesa del Congreso a que en España “hay una mayoría muy amplia, amplísima” que “ha querido evitar la entrada de Vox en el Gobierno”.
Aunque también ha dicho que nadie podía imaginar al votar el 23 de julio en que esta iba a ser “una legislatura con mando a distancia”, en referencia a la fundamental postura de los diputados de Junts y al liderazgo de Puigemont desde Bélgica.
“Eso es lo controvertido, lo perverso del resultado diabólico que arrojaron las urnas”, ha incidido para considerar que lo ocurrido este jueves en el Congreso “no deja de ser el trámite para que den comienzo a las negociaciones, y eso es lo que nos tiene a todos en vilo”.
El problema: utilizar el idioma como “arma arrojadiza”
En cuanto al acuerdo entre PSOE y ERC para elevar a la presidencia del Congreso a Francina Armengol con el compromiso de permitir las lenguas cooficiales en la Cámara Baja, García-Page ha defendido que son idiomas que “están en la Constitución”.
“El único problema es cuando el idioma se utiliza como arma arrojadiza”, ha añadido para advertir de que un idioma como el gallego “nunca se ha utilizado en España como un problema identitario”.
Es “cuando se quiere utilizar un idioma como arma arrojadiza o como elemento fronterizo, cuando entonces se convierte en un problema”, ha advertido para concluir que “autodeterminación, se diga en gallego, se diga en vasco se diga en catalán o se diga en español, autodeterminación no puede haber. Antes que eso tiene que haber muchas elecciones”.
En cuanto a la nueva presidenta del Congreso, ha destacado que Francina Armengol es “una persona muy dialogante” y “que ha sabido entenderse con mucha gente y que seguramente va a desempeñar” un papel en esa línea.