Una reunión sin precedentes ha tenido lugar en Portugal, con alrededor de un millón y medio de personas congregándose para recibir al Papa Francisco en Lisboa, según estimaciones del Vaticano. Este número sorprendente ha sobrepasado las proyecciones iniciales de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud, que anticipaba una asistencia de un millón en el Parque do Tejo, renombrado como «Campo de Gracia» para esta celebración.
El «Campo de Gracia» Atrae a una Multitud Devota
El Parque do Tejo, que cubre un área similar a cien campos de fútbol, se ubicó a la orilla del río Tajo y sirvió como el sitio para una ceremonia conmovedora. El parque se iluminó con palabras como «levántate» y «sígueme», que fueron trazadas en el cielo por drones blancos en una variedad de idiomas.
Desde un imponente altar blanco ubicado en la cima del parque, el Papa Francisco dirigió su mensaje a los jóvenes asistentes, recordándoles que únicamente el «amor de Jesús» es gratuito. Este mensaje fue seguido por un silencio impresionante que permeó la multitud.
La Devoción a Prueba de Calor
Miles de peregrinos llegaron al lugar desde temprano, muchos de los cuales se dispusieron a acampar en el extenso parque a pesar de las altas temperaturas que alcanzaron cerca de los 40 grados. Muchos de los devotos tuvieron que caminar hasta diez kilómetros bajo el sol intenso, cubriéndose con sombrillas, gorras y pañuelos, y luego enfrentar largas filas para pasar los estrictos controles de acceso.
En el interior del recinto, los peregrinos improvisaron refugios con plásticos y cuerdas o ropa para protegerse del sol, mientras el césped se cubría de sacos de dormir y mantas térmicas. María, una peregrina española, compartió su solución para el calor: «Mojar el sombrero todo el tiempo es la única solución».
Peregrinación y Celebración se Fusionan
A pesar de la ardua caminata y las altas temperaturas, el espíritu festivo de los peregrinos permaneció intacto. Entre música, bailes y selfies, los participantes esperaban con emoción la llegada del Papa Francisco en el papamóvil.
El ambiente se volvió aún más vibrante con la llegada del Papa, causando un contagioso frenesí de euforia. Los jóvenes asistentes rompieron en un coro unísono proclamando: «¡Esta es la juventud del Papa!»
Testimonios de Fe y Experiencia Inolvidable
Marta, una joven española que viajó con un grupo de 300 peregrinos de diferentes países, describió el evento como un «encuentro brutal». Expresó que la experiencia reforzó su convicción de que «Dios siempre está ahí, es ese amigo que está aunque no te diga nada».
Hugo, también de España, compartió su intención detrás de su participación: «Venimos todos con la misma intención, que es cambiar el mundo».
Mireia Suárez, una joven boliviana de 28 años que viajó desde Alemania, describió el evento como un mensaje de impulso para salir de la comodidad y estar atenta a los demás.
Para Ana García, otra peregrina española, esta aventura fue una sorpresa. Aunque no cree que la experiencia cambie su vida, está segura de que será un recuerdo que llevará consigo por el resto de su vida.