La Policía Nacional ha capturado a un hombre de aproximadamente 55 años en Valdemoro, Madrid, quien estaba en fuga por haber cometido una serie de graves delitos sexuales. El hombre había agredido sexualmente a la hija de su ex pareja, una niña de apenas 12 años, dejándola embarazada. El delincuente, que ha sido sentenciado a 15 años de prisión, estaba escondiéndose con su hermana en el momento de su captura.
‘Operación Violeta’: una misión de la Policía Nacional para localizar a violadores fugitivos
Este arresto es el resultado de la ‘Operación Violeta’, una iniciativa de la Policía Nacional lanzada en marzo para localizar a aquellos individuos que están en fuga de la justicia debido a haber cometido delitos sexuales de alto perfil. La operación ha demostrado ser exitosa, con un total de cuatro arrestos realizados desde su inicio.
Fuentes policiales le dijeron que la investigación fue llevada a cabo por la Sección de Fugitivos de la Policía Nacional, y que la detención de este individuo es parte de su misión continua para garantizar que los criminales sean llevados ante la justicia.
Cronología de los hechos
La historia del delincuente sexual y sus actos atroces comenzó en 2010 en Madrid. Según los informes, comenzó a abusar de la hija de su pareja cuando ella tenía solo ocho años, comenzando con tocamientos íntimos mientras la niña dormía. Estos abusos evolucionaron hacia agresiones sexuales más graves cuando la niña cumplió 12 años, y continuaron hasta que ella cumplió 16 años. Como resultado de estos abusos, la joven quedó embarazada.
El arresto y la condena del perpetrador
Las investigaciones realizadas por la Policía Nacional permitieron determinar que el sospechoso residía en la localidad de Valdemoro, viviendo con su hermana. Tras obtener esta información, se estableció un dispositivo de vigilancia cerca del domicilio, que se mantuvo durante varios días.
Finalmente, la persistencia de las autoridades dio sus frutos cuando lograron localizar y detener al violador. Ahora enfrenta una sentencia de prisión de 15 años por sus crímenes, una sentencia que subraya la gravedad de sus acciones y la determinación de la justicia española para castigar a los responsables de tales actos atroces.