La pandemia avanza en Estados Unidos, Bélgica e Italia y obliga a aplicar más restricciones

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La pandemia de coronavirus sigue marcando la campaña electoral en Estados Unidos. El país alcanzó este martes la cifra de 7.495.165 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y la de 210.774 fallecidos por la enfermedad COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. La convalecencia del presidente , Donald Trump, tras recibir el alta hospitalaria por su contagio de covid-19 ha llevado al candidato demócrata, Joe Biden a reclamar la suspensión del segundo debate presidencial previsto para el 15 de octubre si Trump continúa dando positivo.

Trump, quien dejó el lunes el hospital militar Walter Reed tras tres días ingresado, ha afirmado desde entonces que su objetivo es seguir con la campaña electoral y participar en el segundo cara a cara del 15 de octubre en Florida, Miami.

La Casa Blanca se ha convertido en un nuevo foco de la enfermedad en Estados Unidos, pues el positivo del presidente de Estados Unidos coincidió en el tiempo con los de, al menos, una docena de sus asesores y colaboradores más cercanos.

El último de ellos en confirmar que es ya uno de los casi 7,5 millones de estadounidenses que ha contraído la enfermedad es uno de sus principales asesores en materia de inmigración, Stephen Miller.

Situación en Italia

Italia registró 2.677 nuevos contagios de coronavirus en las últimas veinticuatro horas, una cifra en línea pero ligeramente al alza con la de los últimos días, mientras el Gobierno ultima nuevas medidas para contener la pandemia.

El Ministerio de Sanidad informó hoy que los contagios aumentaron en 2.677, más que los 2.257 de ayer, pero al mismo tiempo se han efectuado más pruebas diagnósticas, cerca de cien mil.

De este modo el número de personas infectadas asciende a las 330.263 desde el inicio de la crisis, el 21 de febrero pasado, aunque 234.099 enfermos ya han recibido el alta médica.

En el último día han muerto 28 personas (frente a los 16 de ayer), la mayor cifra desde mediados del mes de agosto. Las víctimas mortales confirmadas en Italia por coronavirus aumentan así hasta las 36.030 personas.

En el país hay actualmente 60.134 enfermos con la COVID-19, aunque la gran mayoría permanece aislada en sus domicilios con síntomas leves o sin ellos.

De estos, 319 se encuentran hospitalizados y 319 requieren de cuidados intensivos, cuatro menos que ayer lunes.

En este contexto Italia se prepara para adoptar nuevas medidas que contengan la expansión del virus.

El Gobierno confirmó hoy que impondrá el uso de la mascarilla en todo el país también al aire libre y prolongará el estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021.

La mascarilla ya es obligatoria también por la calle en regiones como Lacio, con capital en Roma, y las sureñas Campania, Basilicata y Calabira, gracias a ordenanzas propias.

Más restricciones en Bélgica

El nuevo Gobierno de coalición en Bélgica ha decidido «endurecer» las medidas restrictivas contra el coronavirus ante la evidencia de que se está produciendo una «aceleración» de su propagación, por lo que a partir del próximo viernes los bares y restaurantes deberán cerrar a las 23:00 horas y los contactos quedarán limitados a un máximo de cuatro tanto dentro como fuera de casa.

«La situación es preocupante y grave (…) en algunos hospitales la situación es crítica, en un momento en el que la propagación del coronavirus se acelera hemos decidido que ciertas medidas deben ser más estrictas», ha anunciado en una rueda de prensa el primer ministro, Alexander de Croo, tras una reunión de las autoridades federales, regionales y municipales para hacer balance de la situación.

En la última semana, Bélgica ha sumado una media de 2.309 nuevos casos positivos por coronavirus diarios, lo que se traduce en un incremento diario del 48%. Además, el número de pacientes que han necesitado hospitalización ha aumentado un 26% (81 ingresos al día) y el de fallecidos un 125% (con una media de 10,3 muertes diarias en la última semana).

Antes de enumerar los detalles del endurecimiento de las medidas, De Croo ha asegurado que las autoridades «harán todo lo posible para evitar un segundo confinamiento«, pero ha dejado claro que lograr contener la nueva ola de contagios «está en manos de todos».

El ministro de Salud, Frank Vandenbroucke, también ha insistido en que hay «líneas rojas» que no cambian y que pasan por el respeto del metro y medio de distancia mínima entre personas y por el uso de mascarilla siempre que esta medida no sea posible.

Tanto De Croo como Vandenbroucke han advertido de que los nuevos límites estarán en vigor durante un mes hasta que se pueda valorar si han tenido éxito o no, y que de ello dependerá que no haya que recurrir a otras medidas más drásticas.

«Es un esfuerzo por nuestros hijos, para que sigan yendo al colegio. Por las empresas, para que puedan seguir funcionando y la gente no pierda el trabajo. Por el personal sanitario, para que pueda seguir trabajando en condiciones», ha dicho el nuevo ministro de Salud.

Hace tan solo dos semanas que la primera ministra saliente, Sophie Wilmès, anunció un relajamiento de las medidas contra el coronavirus en un intento por ganar adhesión social y dejó de ser obligatoria la «burbuja» de cinco personas para los contactos personales.

Además, la obligación de portar mascarilla en todos los espacios públicos, abiertos o cerrados, pasó a ser una exigencia solo en locales cerrados y en espacios muy concurridos, y se redujo el tiempo de las cuarentenas de catorce a siete días.

El nuevo Ejecutivo De Croos mantiene sin cambios las reglas que afectan al uso de mascarillas y a los plazos de cuarentena, pero impone condiciones más severas en lo que se refiere a las relaciones sociales, que quedarán limitadas durante un mes a un máximo de cuatro personas.

Así, se podrán invitar a casa a cuatro personas como máximo –sin contar los convivientes– y los restaurantes y otros locales de ocio solo podrán sentar a un máximo de cuatro personas alrededor de una misma mesa. Las autoridades belgas van más allá en lo que a contactos «estrechos» se refiere y piden a los ciudadanos que solo rompan la distancia social con un máximo de tres personas.

«Los abrazos y los mimos son súper importantes, hay que poder abrazarse, pero debe estar limitado muy estrictamente«, ha dicho el ministro de Salud, quien ha precisado que solo se deberá romper esa distancia social con «un máximo de tres personas».