El número de allegados al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, infectados por covid-19 tras el diagnóstico del mandatario la semana pasada continuó aumentando el lunes.
Así, la jefa de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, se sumó a la decena de funcionarios que han contado con un resultado positivo a medida que se cuestiona el tiempo en que el republicano fue conocedor de su primer positivo con una prueba rápida el jueves y el segundo resultado, anunciado en su cuenta de Twitter en la madrugada del viernes.
El lunes por la noche, Trump permanecía ingresado en el hospital militar Walter Reed, en Bethesda, Maryland, a la espera de conocer si su médico personal, el comandante de la Marina, Sean Conley, y el resto de expertos que le atiende consideraban preciso otorgarle el alta, como se sugirió el domingo.
Tormenta de tuits
No obstante, durante la mañana del lunes, el mandatario tuiteó una retahíla de mensajes donde pidió el voto a aquellos que aboguen por la defensa de la Segunda Enmienda, servicios médicos mejores y más baratos, recortes masivos de regulación e impuesto, el orden y la ley o los máximos en los mercados.
«Si quieres un aumento masivo de impuestos, el más grande de la historia de nuestro país (y uno que lastrará nuestra economía y empleo) vota demócrata», señaló, en un momento en que su contrincante demócrata, Joe Biden, amplía su margen en las encuestas. Biden se mostró el lunes dispuesto a seguir adelante con el próximo debate presidencial a finales de este mes «si los científicos dicen que es seguro».
Precisamente, en la Casa Blanca, McEnany dio positivo el lunes por la mañana tras explicar en su cuenta de Twitter que había dado negativo constantemente desde el jueves. No obstante, la secretaria de prensa respondió a las preguntas de los periodistas el domingo sin mascarilla.
De esta forma el número de positivos se amplía. Entre los afectados se encuentran, Hope Hicks, asesora principal del presidente; Bill Stepien, director de campaña de Trump; Chris Christie, ex gobernador de Nueva Jersey que ayudó a Trump a prepararse para el debate; Kellyanne Conway, exasesora principal de la Casa Blanca; Ronna McDaniel, presidenta del Comité Nacional Republicano; los senadores republicanos Mike Lee, Thom Tillis y Ron Johnson; así como Nick Luna, asistente personal de Trump.
A ellos habría que añadir al menos tres periodistas y otras once personas involucradas en el debate presidencial de la semana pasada en Cleveland, Ohio.