En Australia, la ausencia de nieve ya no es un problema para los esquiadores acrobáticos, que hasta ahora tenían que salir del país en busca de condiciones óptimas para la práctica de su deporte.
Gracias a esta enorme trampolín situado sobre una piscina olímpica los esquiadores acrobáticos podrán entrenar en Australia durante todo el año cambiando la nieve por el agua de la piscina.
Muchos son los esquiadores de estilo libre que ya se preparan allí para los próximos Juegos Olímpicos de Pekín 2022. Danielle Scott, subcampeona del mundo en 2017, ya lo ha probado y está más que satisfecha: «No tenemos que salir fuera a entrenar».
Las instalaciones no han sido baratas precisamente. Cinco millones y medio de euros se han destinado a este invento para los esquiadores acrobáticos. La plataforma mide 37 metros en su extremo más alto y los esquiadores descienden a más de 70 kilómetros por hora.
Los deportistas llegan a volar literalmente antes de aterrizar en el agua. Las instalaciones, que ya se han convertido en el complejo de esquí más sorprendente del mundo, permanecerán abiertas durante todo el año.