La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado la vuelta de ‘El Niño’. Esta afirmación se ha realizado tras constatar en el océano Pacífico tropical las condiciones ideales para un incremento de las temperaturas y alteraciones climáticas a lo largo del año, por primera vez en siete años.
‘El Niño’ apareció por última vez en 2016, año que detenta el récord de ser el más caluroso de la historia según las mediciones. Este fenómeno impacta en los patrones climáticos y en el régimen de tormentas disruptivas alrededor del mundo. Así, conlleva un aumento de las temperaturas a escala global, lo que significa, según la OMM, «una señal para que los gobiernos a nivel mundial se preparen para mitigar las consecuencias de este fenómeno en nuestra salud, ecosistemas y economías».
El Niño: Un patrón climático recurrente
‘El Niño’ es un patrón climático que se da típicamente cada dos a siete años y tiene una duración de nueve a doce meses. Durante este período, se produce un calentamiento gradual del océano Pacífico que causa intensas lluvias en algunas regiones del mundo y sequías en otras.
Pronósticos de la OMM
Petteri Taalas, el secretario general de la OMM y meteorólogo, ha explicado que «la aparición de El Niño incrementará significativamente la posibilidad de establecer nuevos récords de temperatura y de desencadenar un calor más extremo en muchas regiones del mundo y en el océano». Según las informaciones proporcionadas, el incremento de las temperaturas será especialmente notorio durante los próximos tres meses y persistirá hasta finales de 2023. La intensidad «será al menos moderada», aunque no se descarta que pueda llegar a ser un fenómeno severo.
Recomendaciones de la OMM a los gobiernos
Ante esta situación, la OMM ha destacado la necesidad de mantener en buen funcionamiento los sistemas de alerta temprana, que pueden «salvar vidas y medios de subsistencia».
La organización, vinculada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha declarado que esta es «una nueva alerta de que todavía no estamos yendo en la dirección correcta para limitar el calentamiento global acorde con los objetivos finales establecidos en 2015, en el Acuerdo de París, con el propósito de reducir los impactos del cambio climático».
Además, ha indicado que la declaración de ‘El Niño’ es «una señal para que los gobiernos de todo el mundo movilicen los preparativos para limitar su impacto en la salud, los ecosistemas y la economía».