¿Cuándo hacer el Camino de Santiago?
- El PEOR momento para hacerlo es:
- «Temporada alta»: o sea en Semana Santa, meses de julio y agosto y puentes donde se enlacen varios días festivos (mínimo 5 para desplazarse y andar el mínimo de 100 km).
- Los meses de invierno, enero y febrero son poco recomendables por las bajas temperaturas, las lluvias o incluso nieve.
Temporada alta es el peor porque los albergues se llenan mucho más y a veces, si no has reservado, te encuentras conque está todo lleno y tienes que continuar andando. En verano el problema principal es el tremendo calor.
- El MEJOR momento es de marzo a comienzos de junio y de finales de septiembre a comienzos de noviembre, cuando no hace tanto calor y no hay mucha lluvia y no hay grandes masas de peregrinos. En abril- mayo las lluvias pueden ser algo más constantes, pero no está el factor frío.
¿Cómo distribuir las etapas del Camino?
Muy importante
Esto es MUY importante. Es, quizá, uno de consejos para preparar el Camino de Santiago más importantes que os puedo dar.
El factor tiempo es el que determina gran parte de la ruta, su longitud, sus descansos, el ritmo de las etapas… y las lesiones que sufrimos.
Este se ve afectado por varias cosas:
– Por el tiempo de vacaciones/días libres del que disponemos
– Por el hecho de que para recibir la Compostela es necesario recorrer a pie, al menos, 100 km.
– De la forma en la que pernoctemos (tienda de campaña, albergue…).
Por regla general, lo «asequible» y bastante recomendable es hacer etapas de entre 20 y 30 kilómetros y llevar esa media constante. Pero claro, también depende de las condiciones físicas y el tiempo del que se disponga.
El primer día conviene hacer una etapa algo más corta y compensarla con el resto (siempre que la disponibilidad de albergues lo permita).
Lo ideal:
Os voy a decir qué sería lo ideal: contar con tiempo extra para poder recurrir a el en el caso de que fuese necesario, como por ejemplo una lesión, provocada por ampollas, sobrecargas, tendinitis…
Este es uno de los consejos para preparar el camino de Santiago que más repito a mis pacientes (ya a la gente en general):
En el Camino, lo que nos lesiona es andar. Para mejorar o curar la lesión es necesario frenar o parar. Así de simple.
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Para un recorrido de 120 kilómetros, si solo se dispone de 4 días, tendríamos una media de 30 kilómetros al día.
Pero debido a la disponibilidad de albergues quizá un día sea de 40 y otro de 20, por ejemplo.
Si, por lo que sea, nos lesionamos, quizá nos veamos obligados a guardar un tiempo de reposo, para mejorar lo suficiente y seguir andando.
Con ese planning tan ajustado, no podríamos, por lo que lo ideal sería contar con un día «comodín» para utilizarlo. Eso o añadirlo al planning para hacer etapas menos largas.
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Para gente que hacer un recorrido más largo, durante 10, 15 días o un mes, este hecho es más importante, porque a más distancia, mas sobrecarga y más posibilidad de lesión (también hay más adaptación, pero hasta cierto punto…). Por ello es bueno dejar un par de días «comodín», para jugar con ellos.
¿Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago?
Cuanto menos, mejor. Evidente, ¿no? Pues no es tan sencillo. Atentos, que este es uno de los consejo para preparar el Camino de Santiago que vale también para otros viajes como mochileros:
Lo ideal es que el peso que lleves sea no más de un 10-15 % del peso de la persona. Lo que cargues de más va directo a tus rodillas, especialmente durante las bajadas.
Mochila:
Si no llevas una mochila grande evitarás la tentación de meterle muchas cosas. Una de 35-40 litros podría valer. Si no, una de 50 como muchísimo (haced caso a este consejo, hacer el Camino de Santiago es muy exigente como para que os exijáis aun más).
¿Cuál?
IMPORTANTE: la mochila tiene que estar bien diseñada, es decir, que cargue el peso sobre la pelvis y no sobre los hombros. Si es sobre los hombros, tendrás una tortura constante durante el camino.
¿Cómo se sabe? Probándola, poniendo algo de peso dentro: al poner peso, la carga se debe notar en las caderas, no en los hombros (de hecho debe verse un pequeño hueco entre el hombro y la hombrera)
Equipaje:
Ojo, esta es otra parte importante de esta guía de consejos para preparar el Camino de Santiago, puesto que es el peso el que determina nuestro cansancio y nuestras lesiones.
El equipaje conviene llevarlo de tal forma que lo más pesado quede en la parte de abajo y más próximo a la espalda.
Otra recomendación es meter los distintos elementos en bolsas (de las que son de material orgánico, que no hacen tanto ruido al moverlas, para cuando estemos de noche en el albergue), de tal forma que así se compartimente todo y sea más fácil de distribuir.
En cuanto a qué llevar, depende más de la época del año que de si vas estar 5 días o 1 mes caminando. Lo que pongo es orientativo, que cada uno elija (yo hay cosas que no llevo, como es el saco de dormir si voy a albergues).
Para meses de primavera-verano:
- La credencial del peregrino (fundamental). Pinchando aquí podéis saber cómo solicitarla.
- Un pantalon corto y otro desmontable (hay quien reduce a un solo pantalón).
- Un par de camisetas ligeras, si no son de algodón, mejor, que se empapan enseguida y tardan en secar.
- Un par de mudas (un sujetador o dos)
- Dos pares de calcetines especiales de trekking para tiempo de verano (salvo que lleves sandalias). Que sean sin apenas costuras y de tu talla de pie para que no generen pliegues.
- Un par de zapatillas de running o de trekking ligeras (que no sean nuevas) o bien sandalias de trekking tipo las de marca TEVA si se va en verano (para mi las mejores). En marzo-abril, por las lluvias, es recomendable incluso botas de caña media, porque hay zonas embarradas y evitas la entrada de agua.
- Chanclas para cuando termines la etapa.
- Toalla de secado rápido (son muy ligeras).
- Tapones para los oídos (para dormir si es en albergue, preparar el Camino de Santiago también está en los pequeños detalles).
- Un impermeable, tanto para la mochila como para ti. También está la opción del poncho que cubre a ambos (ahorras espacio pero no tendrás ningún impermeable para cuando no tengas la mochila puesta).
- Neceser con lo básico de higiene (cepillo, pasta, jabón…) y en pequeños frascos.
- Botiquín básico (después hablaré de él).
- Chaqueta de manga larga ligera (es Galicia, hace fresco incluso en verano).
- Gorro o pañuelo o buff para la cabeza.
- Cantimplora o botella de agua.
- Linterna.
- Navaja.
- Pinzas para colgar la ropa húmeda en el albergue o de la mochila mientras estás caminando (se va secando conforme haces la etapa).
- Tienda de campaña si no vas en albergues (lo que ahorras de dinero y ganas en libertad lo pierdes en peso que cargas, ojo).
- Bastones para caminar (1 ó 2). Fundamentales para problemas como la condromalacia y para las bajadas, que veremos después.
- Saco sábana. El saco de dormir solo si vas de vivac o en tienda de campaña.
- Crema para el sol (aquí cada uno que elija, pero cuidadín con el sol, esto no tendría que ser solo uno de los consejos para preparar el Camino de Santiago si no para todos los momentos).
Para meses de otoño-invierno
Lo mismo de antes más (quitando algunas cosas).
- Una capa más de abrigo. Lo más recomendable es llevar una chaqueta de fibra, de las que son como un plumas, pero muy finas, que mantienen la temperatura en movimiento. Si no, pues un polar puede ser también (ten en cuenta que, en movimiento no hay tanto calor, es más para los momentos de pararse o cuando haga realmente mucho frio).
- Botas de trekking de caña media, por el barro y el agua.
*Para los que se encuentren con alguna lesión repentina o no puedan cargar con mochila por alguna razón (gente que va en silla de ruedas, por ejemplo) existe una alternativa y es que, por un precio razonable, que no suele superar los 3 euros al día, se contrate una empresa para portar la mochila hasta un lugar concreto de la llegada, lo cual suele ser más fácil si se ha reservado con antelación un albergue.
¿Cómo entrenar para hacer el Camino de Santiago?
Una de las cosas que más me preguntan cuando me piden consejos para preparar el Camino de Santiago es cómo entrenar.
La forma más obvia de entrenar es, básicamente, salir a caminar, de forma progresiva, semanas antes de comenzar el Camino. Unas 3 semanas antes, si se sale 2-3 veces diarias puede ser suficiente, haciéndolo de forma progresiva, aumentando kilometraje y dureza (más o menos cuestas).
Salir a correr también entrena muy bien, puesto que hace coger fuerza, pero ojo, de esta forma no se entrena exactamente el gesto de caminar que tiene unas características diferentes a la carrera (por ejemplo, nuestro gran enemigo, bajar cuestas).
Como las piernas son las que van a cargar con todo el esfuerzo, sobre todo las rodillas, sería interesante entrenar a los grupos musculares básicos para que estén más resistentes y así evitar posibles lesiones fruto de su debilidad.
¿Que dinámica de autocuidado llevar en el Camino de Santiago?
Esto es, de nuevo, sumamente importante: varios de los consejos para hacer el Camino de Santiago más básicos que oiréis.
Estirar:
Estirar los grupos musculares que van a trabajar ANTES, DURANTE y DESPUÉS. Sí, como te lo digo.
Y este es de mis consejos estrella.
Antes para preparar a los músculos y «espabilarles», durante para ir rebajando la tensión que se va acumulando durante la etapa y después para, finalmente, relajarlo.
Ojo, que hay que hacerlos de una forma muy concreta, no se hacen todos de la misma forma:
- el estiramiento que hacemos ANTES y DURANTE debe ser CORTO, entre 5-10 segundos sin irnos más allá, porque buscamos decirle al músuculo cuál es su longitud máxima y, a la vez, que se tiene que activar.
- el que se hace DESPUÉS debe ser largo, entre 30 y 60 segundos (se puede hace por tandas de 15 segundos).
Cuidar los pies:
Nada más llegar, sacar los pies del calzado (si es zapatilla). Mirar si hay ampolla (actuar con ella como indico un poco más adelante), lavar y secar bien los pies (también entre los dedos) y dejarlos al aire, usando chanclas.
Hacer descansos:
Es un poco obvio, pero hay que hacer descansos en la propia etapa.
Cuánto tiempo depende del ritmo de cada uno, pero por regla general cada hora y media no vendría mal un breve descanso. Especialmente importante después de un tramo duro de cuestas.
Para después de la etapa, conviene un poco de relax, estando tumbados para relajar también la espalda.
Prepararte para las cuestas:
Las grandes enemigas del peregrino. Antes de encarar una muy dura (sobre todo de descenso), descansar previamente si es necesario (si vas ya algo cansado) porque te puede tumbar del todo y dejarte muy lesionado (si tu cuerpo está cansado, empieza a trabajar mal, haciendo que el paso sea incorrecto, provocando lesiones en rodilla, tobillo, espalda…)
Para las cuestas, insisto, es MUY ÚTIL llevar, al menos, un bastón de apoyo.
Comer y beber:
Beber:
Es uno de los consejos para preparar el camino de Santiago (y hacerlo) que no se puede olvidar. Hidratar todas las veces que se pueda, especialmente en verano. No llegar hasta la sensación de «sed», porque ese momento es cuando el cuerpo ya está en «alarma» de deshidratación.
Comer:
En cuanto a comer, prepara el día anterior algo, un bollo, un zumo, unos frutos secos para tomarlos antes de salir (porque se suele salir pronto y no hay nada abierto).
No es especialmente importante seguir unos horarios, lo importante es alimentar paulatinamente al cuerpo durante todas las horas de esfuerzo. Unos frutos secos, chocolate, fruta, barras energéticas son aportes fundamentales de hidratos para meter gasolina al cuerpo.
Durante la etapa no es nada recomendable meterse una comilona, si no aportar poco a poco esa energía. Un bocata, sandwich etc.
Cuidado con el alcohol: El alcohol deshidrata. Sí, y no me refiero a que metas alcohol y de repente el líquido de tu cuerpo se evapore. Lo que provoca el alcohol es aumentar la diuresis, es decir, las ganas de orinar. Se aumenta la frecuencia de orina porque se inhibe una hormona (hormona antidiurética). Por lo que el líquido se pierde por los riñones, por la orina, ya que tu cuerpo no está reteniéndolo como debiera.
Esa deshidratación puede llevar a lesiones tendinosas (lo que hace que un músulo y su tendón estén con más componente elástico es el estado de hidratación del cuerpo).
Botiquín de viaje.
Le dedico un apartado especial al botiquín en estos consejos para preparar el camino de Santiago porque es importante saber qué llevar y qué no llevar.
¿Qué llevar?
– Betadine (botes pequeños individuales y desechables) (NADA DE ALCOHOL NI AGUA OXIGENADA)
– Gasas (NO ALGODÓN)
– Tijeras pequeñas
– Aguja (pero para pinchar una ampolla SOLO CUANDO DUELA). Nada de hilos, por favor…
– Esparadrapo o vendaje tipo «tape».
– Jabón seco, para desinfectar las manos si no hay agua y jabón.
– Tiritas y adhesivos COSMOPOR pequeñas para rozaduras y ampollas.
– De medicamentos no soy muy dado a recomendar, pero como lo llevaréis igual aunque no os lo diga, pues lo recomiendo y punto: paracetamol e ibuprofeno, siempre y cuando NO SEÁIS ALÉRGICOS.
– Por supuesto, todas aquellas cosas que necesitéis si tenéis alguna patología (aerosol en asmáticos etc)
Y poco más. A parte de por el peso, porque lo básico ya está cubierto con lo que he dicho (si van varias personas, lo suyo es repartir el peso entre todos)