En la noche del pasado martes, una sombra cayó sobre Puertollano, más oscura que la habitual falta de iluminación en nuestras calles. Un fatal accidente cobró la vida de Adoración, una madre y abuela, atropellada en un paso de cebra en la Avenida La Mancha. Este incidente ha dejado un fuerte eco en nuestra comunidad, reavivando debates antiguos y creando una urgencia innegable: nuestras calles deben ser más seguras para los peatones.
Proyecto Clime: ¿Una luz al final del túnel?
En marzo de 2021, el Pleno de la Corporación Municipal aprobó una modificación al Proyecto Clime, con la esperanza de aumentar la intensidad lumínica en distintas zonas de la ciudad. Sin embargo, a pesar de la inversión adicional de 1,2 millones de euros y las promesas de cambio, la realidad en las calles de Puertollano parece haber permanecido inmutable.
Los desafíos de caminar por la noche
Los vecinos que salen a caminar por la noche, aprovechando la disminución del calor, critican la falta de iluminación, especialmente en zonas peligrosas como las vías de entrada y salida de la ciudad. Los vehículos, a menudo excediendo la velocidad permitida, se mueven como sombras fugaces en la oscuridad, creando un peligroso juego de luces y sombras con los peatones.
Responsabilidad compartida: peatones y conductores
Los peatones también deben reflexionar sobre su papel en esta situación. La Dirección General de Tráfico (DGT) establece claramente que deben indicar su intención de cruzar, verificar que los conductores los hayan visto y que tengan intención de detenerse. Pero la realidad es que no todos los peatones cumplen con estas normas y se exponen a riesgos innecesarios.
Pero si hay un factor que es inaceptable y que necesitamos cambiar de inmediato, es la actitud de algunos conductores. Aquellos que no cumplen con los límites de velocidad, que fingen distracción al ver a un peatón esperando para cruzar, están poniendo vidas en peligro.
El llamado a la acción
El accidente de Adoración ha dejado una cicatriz profunda en nuestra comunidad. Las pericias técnicas pueden eventualmente aclarar la secuencia de los eventos, si el conductor iba a exceso de velocidad o si no vio a Adoración en el paso de cebra. Pero eso no cambiará el hecho de que una vida se ha perdido.
Nuestra nueva corporación municipal debe tomar acción inmediata para mejorar la iluminación de nuestras calles, para prevenir tragedias futuras. Pasos de cebra mal iluminados y mal señalizados son un riesgo que no podemos permitirnos. Las pinturas de las marcas viales parecen tiza que se borra con el tiempo y necesitamos alternativas duraderas.
En resumen: necesitamos un cambio
Necesitamos calles más seguras, una mejor iluminación, conductores más respetuosos y peatones más conscientes. La vida de Adoración, y de muchos otros peatones, no puede haberse perdido en vano.