Las estrategias son diferentes en cada eslabón de la cadena alimentaria e incluyen desde calcular bien las expectativas de venta, optar por un correcto envasado o tener acuerdos con organizaciones sociales o con aplicaciones móviles para vender sus productos con fecha cercana a la caducidad a menor precio.
A punto de celebrarse el 29 de septiembre el Día de Concienciación contra el Desperdicio Alimentario, casas de comidas, fruterías o carnicerías se organizan para sumarse a los hogares en la lucha contra una lacra que en 2019 supuso 1.352 millones de kilos de alimentos desechados según cifras oficiales y lograr el «desperdicio cero».
Las estrategias son diferentes en cada eslabón de la cadena alimentaria e incluyen desde calcular bien las expectativas de venta, optar por un correcto envasado o tener acuerdos con organizaciones sociales o con aplicaciones móviles para vender sus productos con fecha cercana a la caducidad a menor precio.
Un ejemplo es la panadería Turris Aribau, en Barcelona, que calcula las ventas con anterioridad para que sobre el mínimo de producto y gestionar bien el excedente.
«Ya sabemos lo que vendemos y con lo sobrante vienen ONGs a buscarlo o lo aprovechamos» para hacer nuevas recetas», explica a Efeagro la encargada Marta Llácer, quien asegura que ponen «mucho empeño» en que no sobre nada desde hace ya 12 años, fecha de apertura del establecimiento.
En el caso de la frutería Tu Fresco, en Valencia, su dueño, Richard Peñalver, va al mercado todos los días para ajustar la cantidad de producto lo máximo posible a la demanda.
Además, lo que les sobra de género lo venden a precio de coste a pisos tutelados y restaurantes, «así que a ellos les sale más barato y todos salimos ganando».
Este sistema, que aplican desde hace seis años, les sirve para combatir el desperdicio de excedentes, con lo que benefician al negocio y previenen tirar alimentos.
El puchero de Quintana es una bar madrileño donde calculan las expectativas de venta con atención y si, aún así, hay productos sobrantes, la dueña, Victoria Álvarez, ha ideado otras formas más allá de hablar con organizaciones o firmar acuerdos con otras empresas.
«No me gusta tirar la comida, así que intento primero, porque hay mucha gente pasándolo muy mal, no tirar la comida. Pero ahora mismo o bien tengo gente que lo mejor viene a por algo o sale para la barra porque es comida del día», expone.
La federación que aglutina a los carniceros y charcuteros de la Comunidad de Madrid (Carnimad) ya cuenta con medidas contra el desperdicio como el acuerdo de colaboración con Too Good To Go que, a través de una aplicación móvil, permite a los comerciantes dar a los consumidores paquetes compuestos por el producto fresco que no hayan vendido en el día a un menor precio.
También promueven los productos de razas autóctonas, lo que facilita los «canales cortos de comercialización», con poca manipulación del producto y reducción de los tiempos de almacenamiento y transporte.
Y recuerdan a sus clientes la importancia de comprar las cantidades adecuadas en base a sus necesidades y las de cada producto, para que sepan cuántos días aguantan frescos y cuáles es mejor consumir antes.
La apuesta con aplicaciones móviles ha la hacen grandes marcas como Alcampo, Carrefour, Danone o Unilever al sumarse a comunidades como «Marcas Waste Warrior», una comunidad de compañías que se comprometen a luchar contra el desperdicio alimentario, pero también la hacen los pequeños comercios, como el de Beltrán, dueño de la casa de comidas El Puchero de la abuela, en Rivas (Madrid).
A gran escala, desde la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) explican, según sus últimas cifras, de 2018, un 71 % de las 90 empresas que encuestaron dispone de estrategias definidas para atajar el desperdicio, no solo por medio de donación de excedentes o acuerdos con bancos de alimentos, sino con medidas en los procesos productivos y trabajos de sensibilización.
Las estrategias las mantienen todo el año, pero es este 29 de septiembre cuando ganará una especial visibilidad, cuando se celebre por primera vez el día Día Internacional de Conciencia de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una fecha designada por Naciones Unidas para concienciar a la sociedad sobre esta problemática global y que todo el mundo, aunque sea a pequeña escala, puede combatir.