La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido que su Gobierno se opone «con firmeza a los intentos rupturistas, revolucionarios, tiranos y, por tanto, empobrecedores».
Así lo ha expresado en su discurso en el Debate del Estado de la Región que se celebra desde este lunes en la Asamblea de Madrid. En su intervención, Ayuso ha sostenido que su Ejecutivo se enfrenta «a las políticas regresivas que lastran el modelo de progreso y que la izquierda ha pretendido sin éxito imponer en la Comunidad de Madrid».
Al mismo tiempo, ha asegurado en la región sufren «una constante campaña de desprestigio» y ha insistido en que cuando hay un problema es madrileño pero cuando hay un acierto suele ser de fuera de la autonomía.
Pese a este escenario, el Gobierno seguirá «defendiendo la educación pública y su convivencia, según a demanda de las familias, con la concertada o la privada» así como seguirán «protegiendo la Educación especial».
En este punto, ha indicado que son «completamente diferentes a cualquier ideología totalitaria». «Y a la Comunidad de Madrid le va bien», ha apostillado. Ayuso ha advertido que no van a abandonar «banderas que son de todos: la cultura, la universidad, el medio ambiente, el feminismo liberal, o el respeto por la pluralidad y la identidad sexual y en contra del acoso y el discurso del odio».
Así, ha argumentado que como se manifiestan en contra «del control de la sociedad y la pretensión de cambiar España por la puerta de atrás» rechazan «el control de la Justicia y de la Fiscalía y el señalamiento de los jueces».
Además, ha condenado que televisión Española, «que pagan todos los contribuyentes con sus impuestos, esté privatizada por los intereses políticos del Gobierno y trabajando en contra de la gestión de las administraciones que no son de su cuerda».
Como también ha rechazado «el control partidista de las encuestas del CIS y de otros tantos organismos oficiales» así como que «algunos de los sindicatos que trabajan en ellos, olviden que los servicios públicos deben estar al servicio de todos los ciudadanos, por encima de cualquier causa política. Porque les pertenece a ellos».
En este sentido, ha manifestado que, «aunque el Gobierno tiene 22 ministros, decenas de directores generales y más de 700 altos cargos», nada ha ido a mejor desde entonces. «Nadie puede al menos cuestionarlo, porque no queda espacio donde hacerlo», ha lanzado.
Asimismo, en su discurso, ha criticado que el Gobierno de la Nación esté «consintiendo y adulando a los separatistas». «Es humillante que se haya permitido a criminales condenados por el Tribunal Supremo por gravísimos delitos salir en pocos meses a la calle e incluso proclamar que volverán a rebelarse contra la Constitución tan pronto como puedan», ha lanzado.
Al tiempo, ha censurado «las tentativas de desprestigiar al jefe del Estado y, por si fuera poco, en uno de los momentos más difíciles para el país y los ciudadanos».
«Hemos contemplado con absoluta decepción y preocupación, cómo el Gobierno de España no ha sido capaz de defender con claridad y rotundidad desde el primer momento a la monarquía parlamentaria; y cómo su vicepresidente ha atacado con todas sus fuerzas a nuestro sistema democrático y sus contrapoderes sin que haya sido cesado fulminantemente», ha remarcado, al tiempo en el que ha indicado que «no está entre las preocupaciones de los españoles derribar lo que funciona, sino reformar lo que no sirve al interés común».
Además, ha criticado la labor del delegado del Gobierno, José Manuel Franco, por su «parcialidad, en uno de los peores momentos para la Comunidad de Madrid» «No ha ocurrido nunca en ninguna comunidad autónoma que su delegado del Gobierno, como aquí ha pasado con el señor Franco, busque desestabilizar al ejecutivo autonómico o que incluso, pretenda judicializar una causa contra su presidente», ha lanzado.
Para la presidenta, no es sensato «intentar desestabilizar a un gobierno que tiene sobre sus espaldas la importante responsabilidad de sacar a la Comunidad de Madrid adelante en uno de sus momentos más críticos».
«Como tampoco lo es lastrar su Economía con decisiones arbitrarias tomadas desde comités de expertos inexistentes con los que intentar no dejar al desnudo la gestión de los independentistas. Que esto fue lo que sucedió entre mayo y junio», ha planteado a continuación.