ANPE ha calificado de «insuficientes» los recursos, tanto informáticos como sanitarios, que han llegado a los centros escolares en este inicio escolar y han denunciado las quejas, mayoritariamente por parte de los centros de educación especial.
El Sindicato Independiente de Enseñanza Pública (ANPE) ha denunciado que solo hay 6 docentes más contratados en los centros educativos públicos de Castilla-La Mancha durante el inicio del curso escolar 2020/2021, y no los 3.000 profesores anunciados por el Gobierno de Castilla-La Mancha.
En una rueda de prensa, el sindicato ha explicado que en el Informe sobre el inicio del curso escolar 2019-2020, según la nómina del mes de octubre del 2019, en los centros públicos había 27.772 profesores, mientras que en el Plan de Medidas Extraordinarias para el inicio del curso escolar 2020/2021 hay 27.778 docentes, un dato que según el sindicato «llama la atención».
ANPE ha calificado de «insuficientes» los recursos, tanto informáticos como sanitarios, que han llegado a los centros escolares en este inicio escolar y han denunciado las quejas, mayoritariamente por parte de los centros de educación especial, en las señalan que los Equipos de protección individual (EPIS) siguen siendo insuficientes, y han llegado a dudar de la homologación de estos.
Además, han apuntado que la Consejería de Educación ha actuado de manera «irresponsable», ante la situación en la que docentes interinos de Castilla-La Mancha tuvieran que realizarse las pruebas PCR el mismo día de la incorporación del alumnado a las aulas, así como que en Guadalajara no dispusieran de estas pruebas y los docentes tuvieran que abandonar los centros educativos para ir a someterse a los test en el día en que comenzaban las clases.
El presidente de ANPE en la provincia de Toledo, Julio Casarrubio, ha asegurado que la preparación del curso ha sido «tardía» y que la Consejería de Educación «ha actuado mal y tarde».
En relación a las ratios en las aulas, el sindicato ha afirmado que siguen siendo muy elevadas y aseguran que en puntos de la provincia de Toledo, como en la zona de La Sagra, se siguen incumpliendo, con más de 25 alumnos por clase, algo que ha calificado de «indignante».
El sindicato ha señalado que «echan de menos» los 120 millones de euros que el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó para medidas extraordinarias de cara al inicio del curso escolar y los 89 millones procedentes de los fondos europeos.
Por otro lado, ANPE también ha considerado insuficiente la contratación de 38 enfermeras escolares, y ha opinado que es «injusto» que Castilla-La mancha se encuentre desventaja con respecto a otras comunidades autónomas, como Andalucía o Cataluña, que disponen del servicio de enfermeras escolares.
De esta manera, ha sostenido que la figura de la enfermera escolar «no es un lujo, es una necesidad», porque como ha explicado, además sería una forma de «descongestionar la atención primaria y ahorrar dinero a la salud publica».
Por ultimo, el sindicato ha defendido la reducción del horario lectivo, la necesidad de más apoyo emocional y psicológico en los centros educativos, la reducción de las jornadas a tiempo parcial de los docentes, así como la existencia de un permiso para el cuidado de menores cuando estén enfermos, y la regulación de la compatibilidad y los días de libres disposición.
Además, la presidenta de ANPE-Ciudad Real, Mónica Sánchez de la Nieta, ha denunciado que el inicio del curso escolar en la provincia ha comenzado con falta de material para cumplir las medidas de prevención de la COVID-19 en algunos centros de la provincia.
Sánchez de la Nieta ha explicado que estas deficiencias han sido detectadas después de que el sindicato haya estado en contacto directo con los equipos directivos y el profesorado de los centros de la provincia para escuchar las necesidades y atender las quejas de todos los docentes.
«Sorprendentemente, nos comunican que la gran mayoría no tiene o no le ha llegado suficiente para hacer frente al COVID-19», ha afirmado, y ha detallado que, según los centros, faltan papeleras de pedal, mamparas, mascarillas, dispensadores de gel, jabón y papel secamanos, kit de protección de la sala de aislamiento u ordenadores y que los termómetros no funcionan bien.