Además, Sánchez y Torra han acordado este lunes trabajar en un orden del día para reunir la mesa de diálogo en Barcelona «en los próximos días».
El curso parlamentario que arrancó ayer tiene como gran reto la aprobación de los presupuestos. Pedro Sánchez cree «inimaginable» no ser capaz de sumar una mayoría y, en este escenario, profundiza contactos con los independentistas, mientras Cs avisa de que en algún momento tendrá que elegir socios.
En esta búsqueda de apoyos y la víspera de que Sánchez se someta a una comparecencia en el Senado, el presidente del Gobierno ha hablado ya con el presidente catalán, Quim Torra, para intentar fijar una fecha para una nueva reunión de la mesa de diálogo que se celebrará «en los próximos días» en Barcelona.
Un gesto que se suma a su «firme compromiso», reiterado este lunes, de reformar el delito de sedición, aunque por el momento no haya puesto fecha a esa reforma.
En una entrevista en RTVE, Sánchez ha asegurado que no ve posible que, a pesar del no del PP, no sea posible conseguir una mayoría parlamentaria que le permita aprobar los presupuestos, el principal instrumento para la salida de la crisis.
Unos presupuestos que le gustaría que fuesen «progresistas pero de país», para lo que apuesta por acuerdos «transversales» con otras fuerzas políticas.
En ese objetivo, Sánchez cree que el Ejecutivo de coalición «está fuerte» y tiene un acuerdo de investidura que le «ata y compromete».
No obstante, ya ha avisado que la reforma fiscal que demandan sus socios de Podemos es un objetivo político que se tendrá que «amoldar» al objetivo número uno a corto plazo, que es la recuperación económica y el empleo.
Una hipotética subida de impuestos que no gusta en Ciudadanos, el otro partido en el que el Gobierno quiere apoyarse para aprobar los presupuestos.
Su líder, Inés Arrimadas, ha avisado a Sánchez de que en la negociación para las cuentas públicas «le tocará elegir», porque no le cabe duda de que «el separatismo catalán quiere negociar».
«En los próximos meses, Sánchez tendrá que elegir si quiere una salida moderada a la crisis o una salida de la mano de Iglesias, Rufián y Torra», ha alertado.
Arrimadas ha vaticinado que a la reforma del delito de sedición se sumarán muchos más «anuncios» en las próximas semanas, porque, avisa, los separatistas quieren negociar los presupuestos y quieren aprovechar la oportunidad que da tener un Gobierno «débil».
El PSOE no entra en ese supuesto acercamiento con los nacionalistas y lo que sí descarta de plano es que Podemos se desmarque de esa negociación presupuestaria.
«No me cabe en la cabeza», ha asegurado el responsable de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que no duda que su partido y Unidas Podemos trabajarán conjuntamente para que haya nuevos presupuestos generales del Estado.
En cualquier caso y si surgieran desavenencias sobre determinadas medidas, tendrán «todos los debates que haya que tener», pero siempre con el objetivo de mostrar una misma posición.
Mientras tanto y a la espera de que comience esa tramitación de los presupuestos, Vox mantiene la presión con su anunciada moción de censura, que, garantiza, presentará formalmente este mes de septiembre.
El portavoz de Vox, Jorge Buxadé, ha asegurado que esa iniciativa no tiene la finalidad de «llenar portadas» sino «demostrar» que «existe una alternativa» al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.