En el mundo actual, todos vivimos muy pegados a las pantallas. Pasamos muchas horas consultando nuestro teléfono móvil o nuestra tablet, y uno de los momentos preferidos es justo antes de dormir, en la cama, antes de coger el sueño.
En muchas ocasiones, estamos acostumbrados a dejar el teléfono móvil muy cerca de nosotros durante la noche, después de utilizarlo a última hora. Muchos escogen la mesilla de noche como el lugar en el que dejarlo, o incluso, debajo de la almohada. Pero entonces surge la eterna duda, ¿es perjudicial para nuestro organismo dormir con el ‘smartphone’ tan cerca?
La respuesta corta podría ser que no, o al menos, que no hay evidencia científica de ello. La radiación y las emisiones que el teléfono utiliza se encuentran muy por debajo de los niveles de seguridad, por lo que su impacto en el organismo es prácticamente nulo.
Como ejemplo, cabe contar que, si existiera realmente algún efecto nocivo para la salud, con lo extendido que está el hábito de dormir con el teléfono móvil cerca de la cabeza, la sociedad ya habría percibido un aluvión de casos del mal que esto provocase.
No hay por tanto evidencia alguna de que las radiaciones puedan causar cáncer ni ninguna otra enfermedad potencialmente dañina para el organismo. Hay que tener en cuenta, además, que las emisiones que el teléfono realiza al encontrarse en ‘stand by’ son mucho menores que las que se registran durante su uso efectivo. Y estas últimas, ya de por sí, son suficientemente seguras, con valores entre 10.000 y 100.000 veces inferiores a los que los límites de tolerancia humana aconsejan.
Qué efectos sí puede tener el uso nocturno del móvil
En otro orden de cosas, sí cabe tener en cuenta el hecho de que, a la hora de quedarse dormidos, el uso del teléfono móvil puede tener efectos negativos y contraproducentes. Esto es, la luz emitida por el dispositivo tiene la capacidad de interferir en los ritmos circadianos del individuo, alterando el descanso de las personas.
Lo negativo, por tanto, no sería el hecho de dormir con el móvil cerca, sino utilizarlo en los minutos previos a quedarse dormidos, especialmente si un individuo tiene problemas para conciliar el sueño.
En definitiva, se concluye que disponer de un teléfono móvil cerca de la cabeza durante las horas de sueño no debería suponer problema alguno de salud para el usuario, ya que, con la tecnología empleada actualmente, las ondas electromagnéticas emitidas son absolutamente seguras, según la evidencia científica disponible al respecto.