Los rebrotes minan la confianza y auguran una mayor caída del PIB en este año 2020

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Los rebrotes de COVID-19 están socavando la confianza de empresas y consumidores, lo que lleva a augurar a los expertos un deterioro de la demanda que podría provocar a la vuelta del verano un empeoramiento de las previsiones de contracción del PIB para 2020, pese al repunte esperado para el tercer trimestre.

Funcas estimaba en julio que el crecimiento del tercer trimestre llegaría al 15 % -tras la caída del 18,5 % del segundo trimestre-, en línea con otras entidades como el Instituto de Estudios Económicos (IEE) o con el último cálculo de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

El director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres, ahora piensa que no será posible avanzar ese 15 % a la vista del agravamiento de los rebrotes, que ha impactado en el sector turístico y en la confianza de consumidores y empresas por el temor a nuevas restricciones, aunque el escenario de un confinamiento generalizado parece descartado.

«En el tercer trimestre estaremos por debajo del 15 %, una tasa en la que calculábamos que 7 puntos porcentuales procederían del efecto arrastre y el resto de una recuperación que parecía ir afianzándose y ahora se está frenando», explica a EFE Torres, que añade que previsiblemente también ajustarán su previsión de contracción para el conjunto del año, actualmente en el 9,8 %.

El panel con el consenso de analistas privados que elabora Funcas ya empeoró en julio su previsión para 2020 al -10,8 %, al igual que lo hizo el BBVA Research, que la bajó al -11,5 %, mientras que el Gobierno mantiene la suya en el -9,2 %.

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) mantiene de momento su previsión de contracción para este año en el entorno del 11 %, si bien su presidente, Íñigo Fernández de Mesa, reconoce a EFE que la aparición de nuevos brotes genera dudas sobre la reactivación del sector turístico, con un peso importante en la actividad y el empleo total de la economía.

En su opinión, «es urgente fortalecer la confianza tanto desde el punto de vista interno, alentando las inversiones necesarias que transformen y adapten a la actividad productiva al nuevo escenario, como de cara al exterior dada la elevada dependencia que tiene la economía de la financiación externa».

PRESUPUESTOS DE 2021

«Tener Presupuestos para 2021 ayudaría desde el punto de vista de la confianza», explica Torres (Funcas).

Coincide la directora de Proyectos Internacionales del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y catedrática de la Universitat de València, Matilde Mas, para quien la aprobación de los Presupuestos es especialmente importante, «entre otras cosas porque van ligados al destino de los fondos europeos, cruciales tanto para la recuperación de España como para el futuro del proyecto europeo». 

«Resulta fundamental alcanzar consensos y remar todos en la misma dirección», añade Mas en clave política, porque habrá que abordar reformas estructurales de calado sobre temas tan relevantes como la reforma del mercado del trabajo, el futuro de las pensiones o la gobernanza del sector público, que solo pueden funcionar si se hacen con acuerdo.

Para Fernández de Mesa (IEE) la solución pasa por acertar con la política económica «sin caer en el grave error de subir los impuestos en la actual situación», sino creando un clima favorable que potencie el dinamismo empresarial.

PRÓRROGA DE LOS ERTE

Entre tanto, señala Mas (Ivie), es necesario ir aclarando otros temas más coyunturales pero que también afectan a la confianza de los ciudadanos, como la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) asociados al COVID-19.

Torres (Funcas) cree que los ERTE se deberían reconvertir en un instrumento que permita la recualificación de los trabajadores afectados, porque considera que una parte de las alrededor de 700.000 personas que quedan en un ERTE podrían no reincorporarse nunca a sus empresas.

Al respecto, cree que no es eficiente seguir manteniendo con recursos públicos a empresas que pudieran no ser viables, pero reconoce que es muy difícil identificar situaciones de este tipo entre las miles de empresas que siguen en ERTE. 

DIFERENCIA CON EUROPA

Para el IEE, las medidas económicas urgentes aplicadas durante el estado de alarma -la financiación avalada y los diferimientos de tributos, además de los ERTE- han sido positivas, pero inferiores a las aprobadas en otros países, lo que explica en parte el peor desempeño de España respecto a otros países europeos tanto en lo peor de la crisis como en la etapa de recuperación.

Otro factor es la estructura productiva del país, con un mayor peso de los sectores más expuestos a la crisis (turismo, hostelería, comercio y transporte) y de las pymes, más vulnerables a las perturbaciones económicas.

Fernández de Mesa también resalta «la menor libertad económica y libertad de empresa, entendida como mayores rigideces y cargas para adaptarse a la nueva situación y que se materializan entre otros ámbitos en un menor margen de maniobra de la política fiscal».

Coincide Torres (Funcas) en que el menor «espacio fiscal» de España ha influido en su peor evolución económica respecto a otros países como Alemania, mientras que Mas (Ivie) añade que los resultados españoles desde el punto de vista sanitario han sido de los peores de la UE en la primera oleada y los peores en el actual rebrote.