La economía española cerró 2022 con un crecimiento del 5,5 %, la misma tasa que el ejercicio anterior, a pesar de que todas las previsiones apuntaban a una desaceleración de la economía debido a un contexto internacional de gran incertidumbre marcado por las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Según los datos provisionales de Contabilidad Nacional publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda nacional (consumo e inversión) aportó 2,8 puntos porcentuales al crecimiento y la demanda externa (exportaciones e importaciones), 2,6 puntos.
En cuanto al cuarto trimestre del ejercicio, el PIB se apuntó un leve incremento del 0,2 %, una décima más que en los tres meses anteriores.