La red satélites Starlink de Elon Musk parece que ha ido arrancando con éxito y promete llevar conectividad de internet a millones de personas en el mundo a velocidades bestiales. Si todo sale bien.
Pero en paralelo esto ha supuesto un serio problema para la comunidad de astrónomos, ya que la ambición de su proyecto puede interferir con las actividades de este grupo de científicos a nivel mundial.
Según relata el diario The Independent, el taller Satellite Constellations 1 (Satcon1) ha publicado un informe en donde evalúan el impacto que podría tener esta red de satélites artificiales y cómo podría interferir en la realización de descubrimientos:
Los recientes desarrollos tecnológicos para la investigación astronómica –especialmente las cámaras con amplios campos de visión en grandes telescopios ópticos infrarrojos– tienen lugar al mismo tiempo que el rápido despliegue de muchos miles de LEOsats por parte de compañías que están implementando nuevas tecnologías de comunicación desde el espacio.
Starlink va a tapar todo
Los LEOsats no es otra cosa más que una red de satélites artificiales articulada para proveer servicios de telecomunicaciones en sitios remotos de difícil acceso por medios comunes.
Starlink es justo una red de ese tipo y su intromisión afectaría un gran rango de actividades. Desde investigaciones científicas avanzadas hasta el simple acto de intentar observar cuerpos celestes con un telescopio por la noche.
Es por ello que mas de 250 astrónomos y especialistas se han unido para advertir a Elon Musk sobre los riesgos de implementar esta red.
Es admirable su valentía, pero difícilmente esta iniciativa pondrá freno a la intención del ejecutivo de poner 30 mil satélites en órbita.