Los hoteles de Castilla-La Mancha registraron 0,18 millones de pernoctaciones en julio, un 46,64% menos que en 2019.
Castilla-La Mancha registró en el mes de julio el peor grado de ocupación hotelera entre todas las regiones españolas, con un 24,4 por ciento, con la estancia de 104.587 viajeros una media de 1,75 días, que completaron 183.189 pernoctaciones.
Son algunos de los datos de la Encuesta de Coyuntura Turística Hotelera correspondientes al mes de julio, publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tarifa media diaria de los hoteles se situó en Castilla-La Mancha en los 53,81 euros y supuso un descenso del 2,14 por ciento respecto al año anterior.
Además, los ingresos por habitación disponible en la comunidad autónoma fueron de 15,63 euros, un 25,56 por ciento menos que un año antes.
En total se contabilizaron 104.587 viajeros, 10.933 de ellos extranjeros, que realizaron en hoteles de la región un total de 183.189 pernoctaciones, lo que arrojó una estancia media de 1,75 noches, cifra inferior a la media nacional, que fue de 2,65.
En el conjunto del país, las pernoctaciones hoteleras bajaron en julio el 73,4 % respecto al mismo mes de 2019, hasta rozar los 11,5 millones, con lo que suavizaron su desplome por la COVID-19 frente a los meses de abril (100 %), mayo (99,2 %) y junio (95,1 %) gracias a un mejor comportamiento del mercado nacional.
En el séptimo mes del año, las noches en hoteles de residentes en España bajaron el 50 %, hasta 7,4 millones, en tanto que las correspondientes a extranjeros se redujeron el 85,7 %, con 4,1 millones.
En total, ese mes se alojaron en establecimientos hoteleros españoles 4,3 millones de viajeros, de los que 3,2 eran españoles y 1,1 millones extranjeros, lo que refleja que pese a la progresiva apertura de fronteras, el mercado nacional fue el que sostuvo en mayor medida la actividad hotelera.
En el acumulado desde enero, el volumen total de pernoctaciones hoteleras fue de 55,6 millones, inferior en el 71,1 % al registrado en los siete primeros meses de 2019.
El repunte de la actividad gracias a la apertura de fronteras y el aumento de los desplazamientos tras el fin del estado de alarma el 21 de junio, tuvo también su reflejo en el incremento del número de establecimientos abiertos respecto a junio.
Así, pasaron a estar operativos 12.068 alojamientos -el 62,5 % del total-, frente a los 5.896 que abrieron en junio.
Respecto a julio del año pasado, el número de establecimientos bajó el 29,5 % y se ofrecieron 1,025 millones de plazas, el 52,7 % del total.
Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana fueron los destinos principales de los residentes en España, aunque sus pernoctaciones en dichas regiones bajaron el 46, 48 y 60,2 %, respectivamente.
En el caso de los turistas internacionales, Baleares fue su principal destino, con el 33,3 % del total de pernoctaciones y un descenso interanual del 86,1 %.
Los siguientes destinos de los no residentes fueron Cataluña (con el 18,7 % del total de pernoctaciones y una caída del 87,7 %) y Canarias (con el 16,3 % del total y un retroceso del 87,1 %).